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Impresionante capilla ardiente en la Basílica de San Pedro. (Foto: @VaticanNews)

ENORMES COLAS

La Casa Real confirmó la asistencia de la reina emérita, Doña Sofía, al funeral de Benedicto XVI

Se difundieron las primeras imágenes del cuerpo de Benedicto XVI en la capilla ardiente en Ciudad del Vaticano. Doña Sofía, la reina emérita, asistirá al funeral en representación de los Reyes de España. Un ambiente de dolor y respeto en las largas colas para el último adiós al gran Papa alemán.

Hechosdehoy / Mario Martínez González

La Casa Real ha comunicado que la reina emérita, Doña Sofía, asiste este jueves, 5 de enero, en representación de los Reyes de España, a la misa exequial por Benedicto XVI, en el atrio de la Basílica de San Pedro a las 09.30h. Una misa presidida por el Papa Francisco.

Doña Sofía estará acompañada por el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, como encargado de las relaciones del Gobierno con la Iglesia. Asimismo, acude una delegación española formada también por la embajadora de España ante la Santa Sede, Isabel Celaá.

La Conferencia Episcopal Española ha informado que tanto el secretario general como el vicepresidente del episcopado, César García Magán y Carlos Osoro, acompañarán al cardenal Juan José Omella en el funeral..

Matteo Bruni, director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, ha confirmado que Benedicto XVI será enterrado en la gruta del Vaticano donde estuvo San Juan Pablo II antes de su beatificación.


Largas colas

El lunes, cerca de 65.000 personas han accedido a la Basílica de San Pedro para rendir homenaje a Joseph Ratzinger, cuyos restos mortales están situados justo delante del monumental baldaquino, obra del italiano Gian Lorenzo Bernini, en el interior del templo.

Benedicto XVI descansa sobre un catafalco, cubierto por una tela de terciopelo rojo y sostenido por dos almohadillas, con una casulla roja y lleva en la cabeza una mitra blanca adornada. Además en sus manos entrelaza un rosario en sus manos. A diferencia de sus predecesores, no lleva el palio papal, la cinta de lana con cruces que se pone sobre los hombros y que simboliza la potestad de gobierno en una determinada jurisdicción. De hecho, será enterrado sin vestir el palio, que se colocará en el ataúd como se hace para los obispos eméritos.


La Basílica de San Pedro permaneció abierta durante diez horas este lunes. El plazo aumentará el martes y el miércoles. Los fieles podrán pasar ante el cuerpo del papa difunto desde las 7.00 hasta las 19.00 horas (hora local).

El jueves a las 9.30 su sucesor, Francisco, preside el funeral en la plaza de San Pedro, ante la presencia de fieles, delegaciones oficiales de Italia y del país natal de Ratzinger, Alemania, así como de otras autoridades. El teólogo alemán, que murió el sábado a los 95 años, dirigió la Iglesia Católica durante ocho años antes de convertirse en el primer papa en seis siglos en dimitir en 2013.

Benedicto XVI murió en el monasterio Mater Ecclesiae dentro de los jardines del Vaticano, que había sido su hogar durante la última década. La sorpresiva renuncia de Benedicto XVI creó la situación extraordinaria de tener dos “hombres de blanco”, él y Francisco, en el Vaticano.

Las muertes papales generalmente desencadenan la convocatoria de un cónclave de cardenales para elegir un sucesor, pero esta vez Francisco permanece en el cargo y dirigirá los procedimientos. El último funeral papal, de Juan Pablo II en 2005, atrajo a un millón de fieles y jefes de Estado de todo el mundo,.

Fue un teólogo brillante, con su firme defensa de los valores tradicionales. Como Papa, trabajó por imponer su autoridad sobre la iglesia mientras luchaba contra una serie de crisis, incluso por el abuso sexual del clero.

Su sucesor tiene una figura muy diferente. El Papa Francisco rindió homenaje a Benedicto XVI en tres eventos de Año Nuevo en el Vaticano durante el fin de semana, “agradeciendo a Dios por el regalo de este fiel servidor del Evangelio y de la Iglesia”.

Francisco, de 86 años, planteó la posibilidad de seguir el ejemplo de Benedicto XVI y renunciar si no puede cumplir con sus deberes. En julio, tras sufrir problemas en la rodilla que le han obligado a depender de una silla de ruedas, admitió que necesitaba reducir la velocidad o pensar en hacerse a un lado.

El mes pasado, Francisco reveló que había firmado una carta de renuncia cuando asumió el cargo en caso de que su mala salud le impidiera cumplir con sus funciones. ¿Eso sucederá en 2023? Medios vaticanistas han hablado de sensaciones encontradas en el Papa. En Ciudad del Vaticano ha causado sorpresa el alud de admiración hacia Benedicto XVI y la consideración de que se cerró la era de oro del Vaticano (Juan Pablo II y Benedicto XVI) en la era moderna.

Francisco podría acelerar ahora todas las medidas para preparar el próximo cónclave. Si decidiera retirarse por incapacidad total y mala salud, seguramente optaría  por vivir en Italia, en un monasterio, pero fuera de Ciudad del Vaticano y seguramente sin vestirse ya nunca con un hábito blanco.

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