El último rifirrafe en el Gobierno estuvo protagonizado por los ministros de Hacienda y Exteriores. Cristóbal Montoro le sacudió en El Mundo y José Manuel García-Margallo respondió desde El Español, el diario digital nativo que dirige Pedrojota Ramírez.
A las preguntas de Susanna Griso, la directora de Espejo público, el ministro respondió de manera contundente. En el Partido Popular representa la brecha de más edad frente al sector renovador de Soraya Sáenz de Santamaría. En ocasiones, como ha destacado Hechos de Hoy, ha sido el más crítico contra la vicepresidenta.
El ministro apuntó que en Cataluña se ha producido "una sublevación en toda regla" y ha recalcado que "cuando uno se encuentra con una sublevación de estas características la sublevación se sofoca, hay que impedir que se salten la ley".
No precisó qué mecanismos hay que aplicar frente a esa "sublevación" pero sí ha incidido en que la situación está "agravada" por dos problemas: que procede de un "órgano del Estado, no de una fuerza política" y que sus promotores no han tenido "el menor inconveniente en partir a la sociedad catalana en dos y en enfrentar a una parte de la sociedad catalana con el resto de la sociedad española".
Margallo considera que en Cataluña hay que hacer política pero cree que durante esta legislatura no ha sido sencillo, porque cualquier asunto "fundamental" requiere acuerdo de los grandes partidos y el PSOE, que ha sido tradicionalmente su interlocutor, ha estado sometido a "convulsiones importantes" que, a su juicio, impedían hacer una negociación porque habría sido una "irresponsabilidad" sentarse sin saber si "al otro lado de la mesa" iba a estar Alfredo Pérez Rubalcaba, Pedro Sánchez o Susana Díaz.
A su modo de ver, la política en Cataluña se puede hacer con o sin consenso nacional, pero son las iniciativas con consenso, como fue la Constitución de 1978, las que tienen éxito. Margallo considera que el "tema de Cataluña no es de ahora", puesto que se planteó ya en 1640, 1714, 1931 y 1934. "Cada vez que hay una crisis en España se producen estas tensiones", ha dicho, relacionando el actual proceso soberanista con la crisis de 2008.
Según su análisis, Artur Mas, "ha optado por decir que si ahora no paga a las farmacias, y antes no pagaba a nadie la culpa la tenía el Gobierno central, la solución era cortar lazos y durante un tiempo ha logrado que nadie le pidiese cuentas pero ahora le dicen usted dónde nos lleva".
En este punto, ha recordado que Artur Mas sitúa el actual problema en la sentencia del Tribunal Constitucional de 2010 que anuló 14 puntos del Estatuto catalán y lo ha comparado con la situación de 1934, cuando el origen fue una sentencia del Tribunal de Garantías Constitucionales que anuló la Ley de Contratos de Cultivo, es decir, "en los dos casos una sentencia constitucional" que es "normal en un Estado democrático" y una cuestión jurídica, "se eleva a cuestión política" y no se imputa al propio tribunal, sino a "todo el Estado, lo cual es una serie de disparates".
Dijo que Artur Mas "ha querido ir a la independencia desde el minuto uno y ha buscado excusas y coartadas para declarar la independencia, sublevarse en toda regla dar un golpe de Estado institucional que donde está".
No obstante, también ha relacionado la actual situación con el llamado pacto del Tinell de 2003, "el intento del PSC y de ERC de hacerse un traje a la medida para Cataluña sin contar con la mitad de España que es el PP".
Por otro lado, ha asegurado que él "jamás" ha planteado que se ceda a Cataluña parte del impuesto sobre la renta, ni ha propuesto ninguna "fórmula" para esta comunidad, sino que habló de una "cesta de impuestos", para todas las comunidades igual, de manera que quien quiera "pagar cosas" que no se pueden pagar tenga que "tirar de su propia cesta y todo el mundo sepa lo que cuesta".
Incidió en recordar las consecuencias para una hipotética Cataluña independiente, que no sería reconocida por la ONU, tal como ha dicho su secretario general, Ban Ki- moon, ni por la Unión Europea, como han dicho líderes europeos como el presidente de la Comisión Europea, Jean-Clade Juncker; o la canciller alemana, Angela Merkel.
Los reservistas
En acotaciones interesantes, aseguró después de que Tony Blair se disculpara por los errores en la guerra de Irak, que "nunca" estuvo de acuerdo "con la entrada de España en Irak". "Creí que no teníamos intereses entonces", ha manifestado, y ha añadido que "la mayoría de Daesh (ISIS o Estado Islámico) surge por la guerra de Irak".
Magallo ha asegurado que "hay muchas cosas en las que no estoy de acuerdo en mi propio Gobierno, pero una vez que se toma una decisión se sigue sin rechistar", ha concluido. ¿Seguirá en el Gobierno en una futura legislatura? (en caso, obviamente de victoria del Partido Popular).
Dijo que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ejerce su liderazgo de una forma tremendamente efectiva, y por ello está "a la disposición del Gobierno". "Si cree que es bueno rejuvenecer las listas, encantado de la vida; si me dicen que a pesar de todo los reservistas podemos ser de alguna utilidad, no voy a dar un paso trás", recalcó.