Arranca el Campeonato de la PGA, segundo major de la temporada, en el Southern Hills de Tulsa, Oklahoma, con cuatro representantes españoles encabezados por Jon Rahm, y los focos repartidos entre Tiger Woods y las buenas bazas para que el trofeo Wanamaker se quede en Estados Unidos.

Rahm saboreó a principios de mayo la victoria con el México Open, casi un año después de su anterior triunfo. Aquel fue el US Open, una histórica hazaña que espera poder emular en un PGA que nunca ha ganando un español. El séptimo trofeo en el circuito americano devuelve el colmillo al vasco, en busca de regularidad.

Como Rahm, Adri Arnaus, en Girona, y Pablo Larrazábal, en Sudáfrica y Tarragona, saben lo que es ganar no solo este 2022 sino recientemente en el DP World Tour. Además, Sergio García buscará sus opciones mientras se convierte en el español con más Grand Slams jugados, empatando a 93 con José María Olazabal.

Sergio García es uno de los aliados de la liga saudí que desafía al mundo del golf instaurado a ambos lados del atlántico. Un nuevo circuito a las puertas de su nacimiento mientras está por ver la reacción del PGA y el European Tour. Phil Mickelson, otro de sus apoyos y defensor del título, no estará en Tulsa.

La afición estadounidense tiene, como en Augusta hace poco más de un mes, el aliciente supremo de disfrutar de Tiger Woods. El californiano dejó un capítulo más en su leyenda por el mero hecho de competir los cuatro días del Masters, cuando volvía a la acción año y medio después de un grave accidente de coche.

La fatiga y el dolor pasaron factura, pero vuelve a la carga el Tigre, cuatro veces campeón, en busca del 16 grande que le acerque otro poco a Jack Nicklaus (18). La lista de favoritos la copan jugadores locales, como el número uno del mundo y contundente ganador del Masters, Scottie Scheffler, o un Jordan Spieth que puede cerrar el Grand Slam con el único título que le falta.