Ya hay fecha definitiva. Joe Biden y Vladimir Putin se reunirán el 16 de junio en Ginebra. La Casa Blanca confirmó la fecha y sede de la primera cumbre entre los presidentes de Estados Unidos y Rusia. La Casa Banca asegró que discutirán “toda la gama de cuestiones apremiantes”.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el presidente de Rusia, Vladimir Putin, se reunirán el 16 de junio en la ciudad suiza de Ginebra, informó la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki.
“Los líderes debatirán toda la gama de cuestiones apremiantes, mientras buscamos restaurar la previsibilidad y la estabilidad en la relación entre Estados Unidos y Rusia”, aseguró.
La cumbre fue negociada por el secretario de Estado, Antony Blinken, y su homólogo ruso, Sergei Lavrov, en el primer encuentro entre ambos diplomáticos desde la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca en enero.
En ese marco, Estados Unidos dijo que renunciaba a las sanciones originales establecidas para la empresa Nord Stream 2 AG, medida saludada por Rusia como un alivio de tensiones. Sin embargo, las complicaciones surgen en varios frentes de la relación, marcada por las acusaciones de espionaje y ataques cibernéticos.
Joe Biden calificó en el inicio de su gobierno al líder ruso de “asesino”. Washington y Moscú se impusieron sanciones mutuamente, en una dinámica de ojo por ojo.
Pero la Casa Blanca insiste en que su política exterior es muy pragmática y está abierta a encontrar puntos de contacto incluso con sus peores enemigos cuando se trate de asuntos de interés estadounidense, como el cambio climático o el desarme.
La cumbre se celebrará al final de lo que será el primer viaje al extranjero de Joe Biden como presidente. Será una gira por Europa que incluirá una escala en Reino Unido para una cumbre del Grupo de los Siete (G-7) y una segunda en Bélgica para visitar en Bruselas para visitar la sede de la Alianza Atlántica (OTAN).
La Administración Biden solicitó la cumbre el mes pasado. Fue el momento en que Rusia concentró fuerzas en su frontera con Ucrania. También cuando fue acusada de participar en el hackeo de SolarWinds, y de ofrecer dinero a cambio de matar a soldados estadounidenses en Afganistán. Y de intentar matar y luego encarcelar al líder opositor Alexei Navalny.
El politólogo Alexéi Makarkin considera que ninguna de las dos partes está interesada en una nueva Guerra Fría.
“Rusia no lo está. La economía no le da para ello. El Gobierno ruso tiene planes inmediatos para estimular la economía. La URSS perdió la Guerra Fría y todo terminó muy mal”. En cuanto a Estados Unidos, considera que son conscientes de que, aparte de las acusaciones de involución democrática, “no se puede lograr que Rusia cambie a corto plazo”.
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En la Casa Blanca creen que, sea como sea, hay llegar a un acuerdo con Rusia”, afirma. En su opinión, el “ánimo de revancha” está perdiendo enteros entre los rusos, que desde que se aumentara la edad de jubilación en 2018 prefieren que el Gobierno se centre en los problemas sociales y no practique una activa política exterior.
Otros analistas estiman que el verdadero arquitecto de esta cumbre es Antony Blinken. El secretario de Estado, un europeista convencido, cree que a esta cumbre debe asistir Joe Biden teniendo en cuenta los intereses conjuntos de Estados Unidos y la Unión Europea.