Y Jannik Sinner dio la campanada. Novak Djokovic cayó en semifinales ante el italiano que se clasificó este viernes para su primera final de Grand Slam al terminar con el idilio del serbio con el Abierto de Australia. Sinner se impuso con cierta solvencia en cuatro sets por 6-1, 6-2, 6-7(), 6-3 en algo más de tres horas. En la final que se celebra este domingo, el italiano se cita con el ruso Daniil Medvedev que remontó en su semifinal al alemán Alexander Zverev que ganó cómodamente los dos primeros sets 7-5 y 6-3, y perdió los tres siguientes 6-7, 6-7 y 3-6.
“Es el mayor logro de mi carrera, sin lugar a dudas”, declaró Sinner después de convertirse en el finalista más joven del torneo desde 2008. “Antes del partido era consciente de que iba a ser un día muy complicado. Ha sido un partido difícil, especialmente tras tener pelotas de partido en el tercer set. He intentado mantenerme lo más positivo posible. Me siento muy feliz”, valoró.
El número uno del mundo no podrá sumar su undécima corona en Melbourne, el torneo que casi había convertido en su cortijo particular y donde se había proclamado campeón en sus últimas cuatro presencias. De hecho, sin tener en cuenta su no participación en 2021, Nole no perdía un partido en este grande desde 2018 cuando cayó en octavos ante el surcoreano Hyeon Chung, no lo hacía ante un Top 5 desde 2007 (Roger Federer -octavos-) y nunca había perdido en la penúltima ronda.
Pero con toda esta estadística acabó un Sinner que confirmó a sus 22 años lo que venía avisando desde su gran final de 2023 y su rendimiento en el torneo, entre los cuatro mejores sin haber cedido ningún set ni haber estado en verdaderos apuros. El italiano rayó a un gran nivel, sobre todo en los dos primeros sets y Djokovic nunca terminó de sentirse cómodo bajo el sol de la Rod Laver Arena, donde terminó su intento de sumar su vigesimoquinto Grand Slam y mantener su empate en lo más alto de la historia con la australiana Margaret Court.
Djokovic “ayudó” a un rival mucho más sólido y estuvo muy desconocido en lo que son sus mejores virtudes. Terminó el duelo con 54 errores no forzados, más de la mitad (29) entre los dos primeros parciales, y su resto no hizo daño al cuarto cabeza de serie, que no tuvo que afrontar ninguna bola de rotura, estuvo más equilibrado (31 winners por 28 errores no forzados) y que cuando sirvió con primeros saques fue casi inaccesible para el serbio.
Sinner, animado por sus victorias también en indoor en las Finales de la ATP y en la Copa Davis ante Nole, dominó con claridad las dos primeras mangas y tras hora y cuarto veía muy cerca su primera final de un grande, pero tampoco podía olvidar lo sucedido en 2022 en los cuartos de Wimbledon cuando Djokovic le levantó una desventaja similar. Sin embargo, más maduro y apoyado en su confianza y en su tenis no dejó escapar su botín pese a la esperada mejoría del número uno del mundo.
Así, el tercer parcial fue el más igualado. El actual campeón elevó su nivel, pero el italiano no aflojó lo suficiente, sobre todo con el servicio y fue el único que tuvo una opción al resto, con una bola de rotura en el primer juego. Finalmente, tuvo que decidir la muerte súbita donde Djokovic, tras salvar una pelota de partido con su saque, se dio una vida extra (8/6).
Pero como le sucediese al alemán Alexander Zverev en cuartos cuando Carlos Alcaraz se llevó un tercer set que tenía perdido, Sinner no se puso nervioso. Perdonó al diez veces campeón en su primer servicio donde desperdició un 15-40 y una pelota más de rotura, pero no en el siguiente, logrando el break que le bastó para dar un paso más en su actual progresión y pelear por fin por su primer título de Grand Slam.