Punto de inflexión total. En la primera elección de 2015, Ciudadanos tumbó a Unión, Progreso y Democracia (UPyD). El partido impulsado por Rosa Díez sólo tiene futuro si ella decide, con generosidad, dimitir y dejar el timón.

Si no lo hace y mantiene el pulso con los críticos, el partido caminará hacia el precipicio político en las próximas elecciones locales y autonómicas del 24 de mayo. Unanimidad en los analistas políticos en las opiniones recogidas por Hechos de Hoy

Sismo político con epicentro en Andalucía

Desencanto total con crisis personal y terremoto político de máxima importancia en Unión, Progreso y Democracia (UPyD).  Rosa Díez llegó al final de su camino político. Si mantiene la defensa numatina de sus posiciones, muy posiblemente el derrumbre de su proyecto político se precipitará.

Indudablemente es una persona valiosa con notabilísimas contribuciones a la historia del parlamentarismo español y la regeneración de la vida política. Pero no haber comprendido la importancia del pacto con Albert Rivera y Ciudadanos ha colocado a UPyD en una situación de colapso. 

La bofetada política en Andalucía es doble. No sólo quedó fuera UPyD del nuevo Parlamento. Resultó barrido por la fuerza e ilusión desatada por la marea naranja, Ciudadanos, el partido político que saltó de Cataluña a Andalucía en lo que fue sorpresa confirmada y un giro de alto calado en la nueva escena política española.

Cuatro pesos pesados de UPyD dimitieron en la noche del lunes del consejo de dirección del partido en respuesta a lo que consideraron como “falta de autocrítica” por parte de Rosa Díez. Irene Lozano y Álvaro Anchuelo, dos de los cinco diputados nacionales del partido, además de David Andina y Rodrigo Tena, expresaron  su desencuentro con Rosa Díez.

La portavoz de UPyD escuchó peticiones para que dimita y el partido inicie un acercamiento a Ciudadanos. El portavoz en la Asamblea de Madrid, Luis de Velasco, mostró su discrepancia con el discurso oficial. UPyD ha convocado para el sábado a su Consejo Político.

Irene Lozano explicó en la mañana de este martes lo sucedido a la Cadena SER. "Lo que se planteó es que hacía falta una asunción de responsabilidades políticas y renovar el partido. Rosa Díez debe dimitir. Espero que reflexione y se dé cuenta de que lo importante son los principios y no las personas", enfatizó. 

Por qué está surgiendo este ambiente de crisis total tiene su explicación en el análisis de los datos en Andalucía. Pese a centrar su campaña en la corrupción en Andalucía, se situó en los 76.000 votos por casi 130.000 hace tres años. Esta vez no llegó al 2% del total. Retrocedió un punto respecto a los anteriores comicios.

Un torrente de críticas

En la tormente de críticas a Rosa Díez se encuentran los eurodiputados Enrique Calvet y Fernando Maura, así como los diputados Toni Cantó y Álvaro Anchuelo, quienes, a través de las redes sociales, han pedido autocrítica a la dirección y que se asuman responsabilidades. 

Por su parte, el eurodiputado de UPyD Fernando Maura dijo en el programa La Brújula, de Onda Cero, que el partido "como proyecto político está acabado" porque "no tiene espacio político".  A su vez Andrés Herzog señaló a RNE que nadie es "imprescindible" en UPyD, pero que el proyecto político de ese partido "sigue vivo". Según Herzog, en la dirección de UPyD hay "distintas visiones", aunque no una guerra interna.

Rosa Díez ha insistido este martes desde Twitter -como lo hizo el día anterior en su valoración política- en que "aún no ha llegado el día en que UPyD deje de ser necesario", aunque no se ha pronunciado por las peticiones para que dimita. El pulso es incierto en su desenlace pero ya está abierto en canal.