Hacer accesible la música clásica a todo el mundo, es el Leitmotiv de Gustavo Dudamel, el joven venezolano que se pone al frente del Concierto de Año Nuevo 2017. Dudamel, nacido en 1981 en Barquisimeto, Venezuela, actualmente director artístico y musical de la Orquesta Sinfónica de Los Ángeles y director musical de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela, es el más jóven de todos los directores de todas las ediciones de este legendario Concierto que cada 1 de enero se celebra en Viena desde 1941.
"Es un sueño. Ahora puedo morir en paz", dijo Dudamel en la presentación del concierto. "Espero que nos lo pasemos muy bien", añadió antes de bromear sobre su edad: "Tan joven no soy, tengo canas", comentó. "Me siento un privilegiado de tener la oportunidad de representar a la nueva generación", apuntó.
En 2007, Dudamel se puso por primera vez al frente de la Orquesta Filarmónica de Viena. Diez años después, el concierto de 2017, con el venezolano al frente, será retransmitido en televisiones de 90 países y contará con una audiencia media de 50 millones de espectadores (día 1 de enero, 11.15 en La 1).
El italiano Renato Zanella será el coreógrafo del concierto. Este año el rodaje de las escenas de ballet se realizó en la Hermesvilla de Viena, el "Palacio de los sueños" de la emperatriz Sissi.
Otro momento culminante del concierto será la intervención el Orfeón de la Sociedad de Amigos de la Música, que cantará el Coro de la Luna de la ópera cómica Las alegres comadres de Windsor, cuyo autor Otto Nicolai es considerado el fundador de la Filarmónica de Viena.
Como siempre, al final del concierto en la Sala Dorada del Musikverein de Viena se escucharán varios bises. Será el momento en el que Dudamel y los músicos deseen Prosit Neujahr (Feliz año nuevo) y tocarán el esperado vals de El Danubio Azul de Johann Strauss hijo, y a continuación la Marcha Radetzky de Johannn Strauss padre, acompañada de las palmas del público presente en la sala.
