Gran conmoción y luto en España al anunciarse la muerte del expresidente del Gobierno Adolfo Suárez, duque de Suárez, a los 81 años de edad en la clínica Cemtro de Madrid. "Por expreso deseo de la familia, vengo a comunicaros que Adolfo Suárez ha muerto. Muchas gracias por todo vuestro cariño", anunció Fermín Urbiola, portavoz de la familia, a las 15.14 horas de este domingo 23 de marzo.

En una comunicación al país desde el Palacio de La Moncloa, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunció tres días de luto oficial. El Rey Juan Carlos I, quien ha seguido al minuto la evolución del estado de salud del expresidente, se dirigió a la nación en un emotivo mensaje en el que destacó el coraje de Adolfo Suárez y la firme defensa de los valores del diálogo y el consenso.

En dos años y medio, Adolfo Suárez protagonizó el momento histórico de la Transición que llevó a España a una democracia constitucional entre el acoso de la extrema derecha, el terrorismo de ETA y GRAPO, y las conspiraciones de franquistas. El Rey y la Reina recibieron con profunda tristeza la noticia de la muerte de Adolfo Suárez, al igual que los Príncipes de Asturias. Quienes han estado en contacto con el Rey en los últimos días, como se señaló a Hechos de Hoy, han señalado su profundo dolor.

Al digirse a la nación, el Rey quiso que apareciera junto a su mesa la foto de Adolfo Suárez Illana en la que se ve al monarca y al expresidente caminando de espaldas en su intimidad. El Rey le abraza mientras ambos van conversando.

El Rey encargó a Adolfo Suárez formar gobierno en 1976, tras la dimisión de Carlos Arias Navarro. En 1977 fue ratificado por los ciudadanos como presidente del Gobierno en las primeras elecciones generales que se celebraron en España desde 1936, al frente de la Unión de Centro Democrático.

El Rey, de riguroso luto, destacó en su mensaje, que recogemos íntegro, la personalidad excepcional de Adolfo Suárez y su aportación a la historia de España:

"El fallecimiento de Adolfo Suárez me llena de consternación y de pena. Tuve en él a un amigo leal y, como Rey, a un colaborador excepcional que, en todo momento, tuvo como guía y pauta de comportamiento su lealtad a la Corona y a todo lo que ella representa: la defensa de la democracia, del Estado de Derecho, de la unidad y la diversidad de España.

Mi gratitud hacia el Duque de Suárez es, por todo ello, honda y permanente, y mi dolor hoy, es grande.

Pero el dolor no es obstáculo para recordar y valorar uno de los capítulos más brillantes de la Historia de España: la Transición que, protagonizada por el pueblo español, impulsamos Adolfo y yo junto con un excepcional grupo de personas de diferentes ideologías, unidos por una gran generosidad y un alto sentido del patriotismo.

Un capítulo que dio paso al periodo de mayor progreso económico, social y político de nuestro país.

Adolfo Suárez fue un hombre de Estado, un hombre que puso por delante de los intereses personales y de partido el interés del conjunto de la Nación española.

Vio, con clarividencia y gran generosidad, que el bienestar y el mejor porvenir de todos pasaba por el consenso, sabiendo ceder en lo accesorio, si ello era necesario, para poder lograr los grandes acuerdos en lo fundamental.

La superación de la fractura política y social que vivió la sociedad española en el siglo XX fue su objetivo prioritario, como lo fue también el mío.

En ese empeño, Adolfo Suárez dio lo mejor de sí mismo. También trabajó sin descanso para lograr la mejor articulación de la diversidad de España, y la recuperación de la legítima posición de nuestro país en el escenario internacional.

El ejemplo que nos deja es muestra de que juntos, los españoles, somos capaces de superar las mayores dificultades y de alcanzar, con unidad y solidaridad, el mejor futuro colectivo para todos.

Termino este emocionado recuerdo a Adolfo Suárez enviando, en estos tristes momentos, todo mi cariño a sus hijos y a toda su familia".