El mundo de la literatura se levantó este lunes triste. El escritor y periodista de Barcelona, Francisco González Ledesma, uno de los pioneros en España de la novela negra, falleció a pocos días de cumplir los 88 años, tras varios años de luchar contra una larga enfermedad. La capilla ardiente se instalará en el tanatorio de Sant Gervasi de Barcelona y el funeral en recuerdo del escritor tendrá lugar el próximo martes a las 13.00 horas.

El también abogado, nació en Barcelona en 1927, y con tan solo 21 años logró en 1948 el Premio Internacional de Novela creado por el editor José Janés por la obra Sombras viejas, en cuyo jurado figuraba, entre otros, Somerset Maugham y Walter Starkie. Sin embargo, la censura franquista le impidió publicarla.

Tampoco tuvo suerte su segunda novela, Los Napoleones, ya vivió de nuevo la censura. Ambas no pudieron ver la luz hasta después de la muerte de Franco, durante la transición política. Francisco González Ledesma comenzó a trabajar en la editorial Bruguera como escritor de guiones para la revista Pulgarcito y comenzó a escribir novelas de encargo bajo el seudónimo de Silver Kane.

Esta firma alumbraba de tres a cinco novelas al mes en una carrera literaria que llegó a producir más de 600 novelas del Oeste y policíacas. Silver Kane no fue su único seudónimo, ya que también utilizó el de Enrique Moriel, extraído de uno de los personajes de sus primeras novelas, o Rosa Alcázar, con el que escribió literatura romántica.

Como periodista, colaboró en El Correo Catalán, fue redactor jefe de La Vanguardia y presidente del Tribunal de Ética Periodística de Cataluña. Por todo ello consiguió el premio de periodismo El Ciervo y el premio Ciudad de Barcelona de cine. Ledesma será recordado por su obra de novela negra, protagonizada toda por el comisario Méndez, una serie que inició en 1983 con Expediente Barcelona.

Este comisario paseó su peculiar manera de hacer por las páginas de otros seis libros de gran repercusión: Las calles de nuestros padres (1989), Crónica sentimental en rojo (1984), La dama de Cachemira, Historia de Dios en una esquina (1991), El pecado o algo parecido (2002) y Una novela de barrio (2007).

Con la serie policiaca se llevó un amplio reconocimiento con galardones como el Premio Planeta en 1984 por Crónica sentimental en rojo, el Premio Internacional Dashiell Hammet (2002) por El pecado o algo parecido, el Premio a la mejor novela extranjera en Francia por La Dama de Cachemira, o el I Premio Internacional de Novela Negra RBA por Una novela de barrio (2007).

En el 2013, aún publicó Peores maneras de morir, la última entrega de su inspector, ya envejecido y paseando por una ciudad que casi no reconoce. Fue hace un año cuando lanzó su última creación, El adoquín azul, una novela corta en la que relata el caso de una víctima de la brigada político-social del franquismo.