Lo primero, máxima preocupación del papa Francisco por el choque de suníes y chiíes, la guerra de Irak que colocó a los cristianos en su punta de mira. De nuevo, las imágenes que difunde la guerrilla yihadista de Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL, ISIS) de ejecuciones brutales, llenas de odio. La diplomacia vaticana siguió con atención la súbita gira de John Kerry que comenzó en El Cairo con un encuentro con Abdul Fatah al-Sisi.
Inquietud también por el dramático vuelco en Israel con la acusación a Hamás del secuestro de tres jóvenes. un duro golpe para el deseo de diálogo de Francisco entre Israel y la Autoridad Nacional Palestina. El Papa sigue con tran atención la situación como indicaron fuentes vaticanistas a Hechos de Hoy.
Y también la oración y esperanza de Francisco por el diálogo en Ucrania y que un alto el fuego sea eficaz y la puerta efectiva hacia una paz firme con la Rusia de Vladimir Putin.
La excomunión de la Mafia
Sobre todo ello, el gesto valiente de Francisco, poniendo en riesgo su vida, de excomulgar a la Mafia, en su mensaje también para América Latina donde se sigue como modelo esta organización macabra de crimen organizado, una conexión de narcotráfico, secuestro, extorsión y utilización de la omertá, la ley del silencio, el código de honor siciliano que prohíbe informar sobre los delitos.
Su visita a Calabria se convirtió en nuevo hito de su papado. Viajó al bastión de la Ndrangheta (el término calabrés que suma hombría y coraje, y virtud y bondad). Es la organización criminal de Italia originaria de Calabria. Pese a no ser tan conocida como la Cosa Nostra siciliana, y considerada más rural en comparación con la Camorra de Campania o la Sacra Corona Unita de Apulia, la Ndrangheta se ha convertido en la trama del crimen organizado más poderosa de Italia desdela década de los noventa.
El pasado mes de enero Cocò, un niño de tres años, fue asesinado y carbonizado junto a su abuelo en un ajuste de cuentas Francisco no lo olvido. Eligió las palabras más duras contra la Ndrangheta. "Es la adoración del mal, el desprecio del bien común. Tiene que ser combatida, alejada. Nos lo piden nuestros hijos, nuestros jóvenes. Y la Iglesia tiene que ayudar. Los mafiosos no están en comunión con Dios. Están excomulgados”, sentenció Francisco con todas sus consecuencias. No hay que olvidar que esta cruel mafia tiene altas conexiones que llegan a la misma Roma y el Papa conoce bien.
Sólo antes Juan Pablo II, en 1993, levantó la voz contra los mafiosos. En la misa que culminó su visita a Cassano allo Jonio, la población donde fue asesinado Cocó, Francisco fue contundente de forma total y con la mayor precisión. Se reunió con los presos de la cárcel de Castrovillati, el padre y las abuelas de Cocó, y los enfermos terminales del hospital San Giuseppe Moscati. Almorzó con quienes sufren pobreza extrema y pidió a los sacerdotes que se entreguen a las familias. Estuvieron cargadas de emoción sus palabras a los padres de Cocó, el niño Nicola Campolongo, asesinado y quemado vivo de forma brutal y sanguinaria, una muerte atroz con el sello despiadado del crimen organizado.
El mensaje de Francisco trascendió a Italia y rompió fronteras. Pidió a la Iglesia que cumpla su misión de "educar las conciencias", es especial de la juventud, "para que el bien pueda prevalecer". En un llamamiento directo a los jóvenes, les animó a oponerse al mal "con la fuerza del bien y de lo bello". "Vosotros, queridos jóvenes, no os dejéis robar la esperanza", les exhortó.
Unas palabras para Calabria, Italia, pero también pensando en el Caribe, en la República Dominicana, en Centroamérica .-muy especialmente El Salvador y Honduras– y en toda América Latina, teniendo muy en cuenta a Argentina, de rebeldía total contra el crimen organizado, sus conexiones y sus infiltraciones.
Francisco paró para saludar a un niño enfermo
