Wikileaks destapó el supuesto método de la CIA para piratear teléfonos poco después de que Donald Trump acusara sin pruebas a Barack Obama de intervenir sus teléfonos. La filtración se produce en el marco de las informaciones de la CNN sobre Sergei Kislyak, el embajador de Rusia en Estados Unidos. La CNN le situó como el espía de mayor rango del Kremlin al frente de una amplia red de agentes en Estados Unidos.
El anuncio de Wikileaks
La plataforma de filtraciones anunció que ha difundido 8.761 documentos confidenciales de la CIA, lo que supone la mayor filtración de la historia de la agencia de espionaje estadounidense. La mayor parte de documentos son relativos al arsenal de herramientas informáticas que la Agencia ha desarrollado para poder realizar labores de ciberespionaje.
Wikileaks, dirigido por Julian Assange que lleva refugiado desde 2012 en la Embajada de Ecuador de Londres, tenía programada una rueda de prensa a través de internet para presentar su proyecto Vault 7 (Bóveda 7), pero posteriormente anunció en Twitter que sus plataformas habían sido atacadas.
Según los documentos filtrados, la CIA tiene en Frankfurt (Alemania) uno de sus mayores centros de ciberespionaje (el Agency's Center for Cyber Intelligence Europe Engineering), cuyo radio de acción abarca toda Europa, el Norte de África y Oriente Medio.
Wikileaks sostiene que la CIA ha logrado infectar Smart TVs de Samsung del modelo F-8000 para que, incluso estando aparentemente apagadas, funcionen como micrófonos y, tras grabar las conversaciones que se desarrollan en la sala donde se encuentran, las retransmitan por Internet a un servidor de la agencia de espionaje. El televisor parece apagado y sólo una pequeña luz LED azul en la parte posterior "chiva" que está grabando y transmitiendo.
Según los documentos revelados, la CIA ha desarrollado ataques informáticos para hackear y controlar a distancia los smartphones más populares como por ejemplo el iPhone o la tableta iPad. Los teléfonos y las tabletas infectadas envían a la CIA la geolocalización del usuario, sus comunicaciones y mensajes y también activan la cámara y el micrófono del aparato.
La CIA perdió el control
Wikileaks afirma además que la CIA "ha perdido el control de su arsenal de pirateo" que "parece estar circulando sin autorización entre antiguos hackers del Gobierno de Estados Unidos así como entre contratistas privados, uno de los cuales entregó partes de esos archivos" a la web de Assange.
Según Wikileaks, Vault 7 contiene documentos obtenidos del Centro de Ciberinteligencia de la sede de la CIA en Langley (Virginia) que cuenta con 5.000 colaboradores.
