En la cartelera española, un único estreno será el protagonista de todas las miradas. Ser testigo de excepción del reencuentro de una familia en Chile llevó a la cineasta gallega Isabel Ayguavives a escribir un guión basado en esa experiencia, que ha germinado en su primer largometraje, El árbol magnético, un filme con toques de realismo mágico que ve la luz este 1 de agosto.
A través de una entrevista Ayguavives explicó que antes de ese viaje no tenía ningún vínculo con Chile, pero quedó impactada por las situaciones que allí vivió y por los paisajes que conoció, como un lugar con un árbol que magnetiza a todos los que se le acercan.
En la película se presenta a Bruno que regresa a su país de origen, Chile, después de una prolongada ausencia. La casa de campo que de niño compartía con su familia está ahora en venta, y todos se reúnen para despedirse del lugar. La visita al "árbol magnético", una curiosidad local de extrañas propiedades, despertará en él sensaciones y afectos casi olvidados desde que era un chico.
“La película expone las diferentes formas que hay de relacionarse con el pasado y con los recuerdos, y cómo se transforma el trato entre personas cuándo dejan de verse”, comentó la directora en más de una ocasión al tiempo que sostenía que “en una reunión familiar de estas características todo el mundo tira de recuerdos comunes para representar una unión que un día hubo, pero que en la actualidad ya no existe”.
Andrés Gertrúdix, encargado de dar vida a Bruno, aseguró que trabajar con Ayguavives hace que “las primeras películas no son fáciles pero aquí hay un guión vivo y muy potente, en el que Isabel tenía muy claras las relaciones que se establecían entre todos".