Total implicación de Estados Unidos en la guerra de Irak en lo que se denominó como la batalla del norte. Tras la retirada en Bagdad de Nuri al-Maliki, el Pentágono -con cazas y aviones drones (no tripulados- fijó posiciones de la guerrilla suní radical de Estado islámico (EI o ISIS) para bombardearla. Barack Obama dio prioridad al apoyo a las tropas kurdas para recuperar el control de la presa de Mosul, que la guerrilla controla desde el pasado 8 de agosto.

Estado Islámico ejerce su poder en la actualidad sobre Mosul, la segunda ciudad de Irak, desde el pasado 10 de junio. Desde entonces lucha en el norte del país para ampliar lo que denominó su Califato (comprendiendo amplios territorios de Siria e Irak.

La presa de Mosul es de las principales reservas estratégicas de agua de Irak, con una capacidad de varios millones de metros cúbicos. Está localizada a 23 kilómetros al suroeste de la ciudad de Dohuk, en la región del Kurdistán, siendo una de las instalaciones estratégicas más importantes de Irak.

Los servicios de inteligencia han advertido de la llave estratégica de Mosul y de la catástrofe que supondría que fuera utilizada como chantaje por la guerrilla. Uno dossier sobre la presa, y el peligro que supondría su destrucción -como apuntó Hechos de Hoy– fue uno de los detonantes de la nueva intervención de Estados Unidos en Irak. Desde el Golfo Pérsico, los cazas y drones están actuando como la fuerza área de Irak. En la batalla del norte, en las acciones terrestres sólo están actuando las tropas kurdas, los llamados peshmergas contra la guerrilla.

Analistas en Bagdad y Erbil estiman que sólo es posible una derrota de la guerrilla suní radical si nace una nueva coalición internacional autorizada por Naciones Unidas. Hay unanimidad también -y fue el análisis de Hillary Clinton– en situar en la falta de criterio y actuación en la guerra civil siria el desencadenante de la actual grave crisis en Irak.

Utilizando como base el territorio capturado en el norte y este de Siria -casi un 35 por ciento del país-, la guerrilla de Estado Islámico está atacando hacia el noreste al Kurdistán iraquí e incluso hacia el oeste a través de la frontera con el Líbano. Sus rápidos avances han sido posibles por la desintegración de Siria e Irak, y la frustración de comunidades suníes dispuestas a aliarse hasta con el Estado Islámico para resistir a gobiernos que consideran dominados por chiíes.