El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha sido confirmado este domingo en el cargo por otros cinco años más. Ni la alta inflación ni el devastador terremoto impidieron que su fiel electorado volviera a confiar en él después de dos décadas en el poder.
Ha sido una batalla titánica con su rival, el líder del Partido Republicano del Pueblo, Kemal Kiliçdaroglu en la que Erdogan usó todas las palancas que le ofrece el aparato estatal. Así, por ejemplo, los medios que controla el presidente ignoraron casi por completo a Kilicdaroglu.
Erdogan lidera los resultados oficiales provisionales de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en el país con un 52,1% de apoyo frente al 47,9% de Kilicdaroglu. En total, 60 millones de turcos estaban llamados a las urnas.
La oposición nunca había estado tan cerca de su objetivo de derrotar a Erdogan desde que éste llegó al poder en 2003.
Para Europa, y el resto del mundo, significa que habrá que seguir negociando con el errático líder turco. En la guerra Rusia contra Ucrania, Turquía juega un papel importante como guardián del Mar Negro.