Unas cifras totalmente demoledoras para la salud a nivel mundial. Fue el pasado 28 de julio cuando se celebró el Día Mundial de la Hepatitis, conocida como "una de las enfermedades más graves del mundo”, tal y como la califica la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Se calcula que dicha enfermedad acaba con la vida de cerca de 1,4 millones de personas cada año, y en España hay entre 600.000 y 800.000 personas infectadas por la hepatitis C. Los expertos aseguran que pese a su gravedad, el pronóstico es que en 20 años esta patología será una enfermedad rara.
Estas informaciones se aseguran también en un estudio liderado por el doctor de la Universidad del centro del Cáncer MD Anderson de Texas (EE UU), Jagpreet Chhatwal. En ella se demuestra que en unos 20 años la hepatitis C puede convertirse en una enfermedad rara, al menos en Estados Unidos.
Este hecho se debe, según la opinión del propio investigador, a que los “nuevos medicamentos y sistemas de detección precoz de la enfermedad, los cuales pueden hacer que en el año 2036 sólo se infecten una de cada 1.500 personas. Actualmente, se contagian de esta enfermedad una de cada 100 personas”.
De esta manera, la hepatitis C se define como una infección vírica del hígado que se transmite cuando la sangre de una persona infectada entra en el cuerpo de una persona sana. Sus síntomas incluyen fiebre, náuseas, malestar y dolor en las articulaciones, orina oscura, vómitos y una coloración amarillenta de la piel y los ojos.
Desde el estudio explican que si la enfermedad, se deja sin tratar, la hepatitis C puede conducir a daños en el hígado, insuficiencia hepática, cáncer e, incluso, la muerte. Por ello, los investigadores estimaron los beneficios que los medicamentos y de las pruebas de detección podrían tener en las próximas décadas, descubriendo que, en las condiciones actuales, la hepatitis C se convertirá en una enfermedad rara en 2036.
Por ello, los expertos aseguraron que para lograr este objetivo es necesario que en los próximos diez años en Estados Unidos se detecten unos 487.000 casos de infección. No obstante, señalaron que “esta cifra podría aumentar hasta los 933.700 pacientes si se adopta, una sola vez, un cribado universal”.