Inicialmente David Cameron apoyó el referéndum como muestra de superioridad de la democracia británica. Luego se replegó sobre Londres y no quiso involucrarse en en el debate ni bajar a la arena política.
Rupert Murdoch fue quien en la edición dominical de The Sunday Times abrió la caja de los truenos. La falta de energía del primer ministro, y su ausencia en los debates con Alex Salmond, había provocado un terremoto.
La posibilidad del triunfo de la ruptura de Escocia con el Reino Unido es real. Hay un gran suspense en Londres y Bruselas. Las encuestas están dividida y los pequeños detalles pueden provocar un desenlace sorprendente. Si Escocia rompe con el Reino Unido y opta por la independencia, las consecuencias políticas y económicas serán de primer orden. Afectarán además a la base estratégica de submarinos nucleares de la OTAN. Para las multinacionales españolas, como destacó Hechos de Hoy, afectaría a una inversión de 70.000 millones de euros.
En este escenario, en su último viaje a Escocia antes de la votación, David Camerón alertó sobre el fin del Reino Unido si gana el sí. Prometió mayores poderes para la Cámara de Escocia si gana el no y advirtió a la vez que con el sí perderán el actual sistema de pensiones, la libra esterlina, el ejército y el pasaporte británico.
Insistió en que no predomine el voto de castigo a los conservadores -unos pijos- y sea un voto reflexivo. Si triunfa el no, advirtió con seriedad y dramatismo, en su mensaje desde Aberdeen, "sería el final de Reino Unido tal y como lo conocemos y no tendría vuelta atrás".
“Esta es una decisión que puede romper nuestra familia de naciones y desgarrar Escocia para siempre del resto de Reino Unido. Y tenemos que dejar muy claro que no hay vuelta atrás, no hay repetición. Esta es una decisión para siempre. Si Escocia vota sí, el Reino Unido se dividirá y marcharemos por caminos separados para siempre", dijo David Cameron en un mensaje que no ocultó el momento de tremendismo de la política británica. "Cuando se vote el jueves, la gente no estará votando solo por sí misma, sino por sus hijos y sus nietos y las generaciones venideras", sentenció.