Arranca la investigación del juez Pablo Ruz a partir de una denuncia de María Victoria Álvarez, la exnovia de Jordi Pujol Ferrusola. El juez citó tanto al hijo mayor de Jordi Pujol i Soley, así como a su exmujer Mercé Gironés. En enero de 2013, Maria Victoria Álvarez, expareja de Jordi Pujol Ferrusola, le acusó de hacer continuos viajes a Andorra con mochilas repletas de billetes.
Pablo Ruz basó la imputación de ambos en informes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía (UDEF) y de la Agencia Tributaria sobre el movimiento de divisas efectuado por los dos durante ocho años (2004-2012) en trece países, entre ellos Suiza, Islas Caimán, Gabón y Liechtenstein, y que ronda los 32 millones de euros.
Pablo Ruz está todavía en espera de recibir la información reclamada a Andorra sobre las cuentas del hijo del expresidente de la Generalitat, una petición que provocó la reacción de la familia Pujol, que presentó en los juzgados del principado una querella por vulneración del secreto bancario y un recurso contra la decisión del juez.
El interés en las declaraciones de este lunes se ha intensificado este verano a raíz del comunicado de Jordi Pujol i Soley en el que confesaba la ocultación durante 34 años de una fortuna en el extranjero que vinculó a una herencia de su padre, ajena a su testamento, y de la que habrían sido beneficiarios él, su mujer y sus siete hijos.
Como consecuencia de este comunicado, la titular del Juzgado de Instrucción 31 de Barcelona admitió a trámite una denuncia del sindicato Manos Limpias, una investigación de la que se encarga también la Fiscalía Anticorrupción y que podría acabar en manos del juez Pablo Ruz si se encontraran conexiones entre ambas. En círculos de la Audiencia Nacional se señaló a Hechos de Hoy que comienza así el examen del mandato de Jordi Pujol i Soley, presidente de Cataluña entre 1980 y 2003. Hay numerosos indicios de enriquecimiento ilícito que implican a Jordi Pujol Ferrusola y ponen bajo sospecha la gestión de los gobiernos de CiU durante 23 años.
