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Un duelo lleno de pasión e incertidumbre. (Foto: @Lula13)

SEGUNDA VUELTA EN BRASIL

El duelo de Bolsonaro y Lula da Silva, un gran test político para toda América Latina

La votación de este domingo en Brasil tiene lugar en las 5.570 ciudades del país y en 181 localidades del extranjero. Además de presidente y vicepresidente, los brasileños de 12 estados tendrán que elegir a su gobernador en segunda vuelta, entre ellos el de Sao Paulo, la región más poblada y motor de la economía del país.

Hechosdehoy / Ignacio R. Ferreiro
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Una elección clave para toda América Latina. Pero contemplada también con gran atención en Estados Unidos.

No solo el carisma o la estrategia de ambos candidatos definirán el próximo presidente de Brasil: en el duelo final este domingo entre Jair Bolsonaro y Luiz Inácio Lula da Silva. El factor más influyente será el del rechazo. Brasil se partió en dos: antibolsonarismo y antipetismo, en alusión al Partido de los Trabajadores (PT).

El 50% rechaza a Bolsonaro y el 46% a Lula da Silva, según el más reciente estudio de opinión de DataFolha. Hace cuatro años Bolsonaro venció en las urnas agitando el desprecio y el miedo a la izquierda socialista del PT, que gobernó de 2003 a 2016 con Lula da Silva (2003-2010) y Dilma Rousseff (2011-2016). Ahora Bolsonaro suscita emociones similares entre un sector del electorado que rechaza su gestión y pensamiento ultraconservador.

“El sistema político brasileño convive con dos fuerzas de negación: el antipetismo y el antibolsonarismo, que van a decidir la elección”, apuntó Mayra Goulart, experta en política comparada de la Universidad de Rio de Janeiro. El primero se enraizó en las élites y luego se popularizó transformándose en un sentimiento antiizquierda con connotaciones económicas y morales.

El antibolsonarismo es consecuencia especialmente de la gestión de la pandemia. Casi 690.000 personas murieron en medio del desdén del presidente hacia las víctimas y a quienes pedían vacunas. “En 2018 no teníamos antibolsonarismo, mas sí un antipetismo y una elección contra todo y contra todos, Bolsonaro encarnó ese personaje antisistema. Ganó la elección”, destacó el sociólogo y politólogo Paulo Baía.

En la primera vuelta alrededor de 32 millones de brasileños se abstuvieron de votar, el 21% de los electores habilitados. El número quintuplica la ventaja de seis millones que obtuvo Lula da Silva sobre Bolsonaro en las votaciones del 2 de octubre (48,4 contra 43,2%).

“La abstención será fundamental”, indica Oliver Stuenkel, profesor de la Fundación Getulio Vargas. Quien movilice más apoyos entre los abstencionistas podría inclinar la balanza, aunque esto no depende exclusivamente de las campañas. Muchos electores, sobre todo los más pobres, dejaron de votar porque no contaban con medios de transporte para ir desde sus apartados hogares hasta los puestos de votación. Y aunque el voto es obligatorio, la multa por no votar es de 3,5 reales (0,5 centavos de dólar), menos de lo que vale un pasaje de ida y vuelta. “Cuanto mayor sea la abstención va a ser peor para Lula, porque los que se abstuvieron en su mayoría son del PT”, indicó Stuenkel.

La mayor economía de América Latina comenzó a recuperarse de la crisis pandémica. Entre junio y septiembre el desempleo retrocedió al 8,7%, y para este año se espera un crecimiento del PIB del 2,8%.

Sin embargo, 9,5 millones de personas todavía no tienen trabajo y el grueso de la población, de 215 millones, afronta los precios altos que golpean simultáneamente a muchos países. En los últimos 12 meses la inflación alcanzó el 7,17%, con tendencia a la baja. Con este escenario, 33,1 millones pasan hambre, según la Red Brasileña de Investigación de Soberanía y Seguridad Alimentaria.

“La economía, con inflación, desempleo acelerado por la pandemia, contribuyó al desánimo de muchas familias y tenemos una legión de niños y jóvenes excluidos del proceso social por falta de educación durante la pandemia”, subrayó Paulo Baía.

Lula da Silva enfocó su campaña en la generación de empleo, la lucha contra el hambre y el aumento de los salarios, y en las últimas semanas Bolsonaro ha reivindicado su política económica de reactivación.

Sin embargo, a juicio de otros expertos, el “asunto clave” para un sector que apoya a Bolsonaro no será la economía, “sino cuestiones vinculadas al conservadurismo social como la familia, el cristianismo, la tradición”, que creen que estarían en juego si venciera Lula da Silva, adviete el profesor Stuenkel.

“Si Lula da Silva gana, eso demostraría que la mayor preocupación de la población ha sido la economía; si Bolsonaro gana, será una señal de que el conservadurismo social es el asunto que es visto por la población como el más importante”, sentenció.

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