La verdad, toda la verdad y solamente la verdad. Muy posiblemente uno de los discursos más intensos, y desde luego emotivos, de quien ha sido y es un presidente excepcional en la historia de Estados Unidos.
Mejor que nadie, Joe Biden resumió lo que fue el comienzo de su carrera política y marcó de manera abrupta -como destacó Hechos de Hoy– su final.
“Me dijeron que era muy joven para estar en el Senado por no tener 30 años, y muy viejo para seguir como presidente”, relató, arrancando risas de la audiencia. “Pero espero que sepan lo agradecido que estoy con todos ustedes”, completó.
Atención a que ante la Convención Nacional Demócrata, Joe Biden (81 años y con una senilidad avanzada, que se presentó y avanzó de forma abrupta) pronunció un discurso de una hora lleno de energía al dar un paso al costado y abrir el escenario a una nueva generación que encabeza Kamala Harris a sus 59 años de edad.
Biden fue muy directo al presentar el tablero político y el duelo que afrontará el Partido Demócrata ante el fenómeno que representa el expresidente republicano Donald Trump en los comicios de noviembre. Instó a los votantes, en un muy severo llamamiento, a elegir para la Casa Blanca a “una fiscal en lugar de a un delincuente convicto”. “La democracia prevaleció, y ahora la democracia tiene que ser preservada”, sentenció Biden.
Presentado por su hija Ashley, Biden apareció de traje y corbata azul. Se lo vio por segundos secando algunas lágrimas, al igual que Kamala Harris quien apareció brevemenye pasasaludar al presidente y calificarñe de persona “increíble”.
De forma conmovedora, Biden realizó el acto más profundo que un político en una democracia. Entregó voluntariamente el poder, al ceder el liderazgo del partido a Kamala Harris en la Convención Nacional Demócrata.
¿Hubiera podido Biden vencer a Trump? todas las encuestas fueron definitivas tras lo sucedido en el cara a cada de Atlanta. Biden hubiera llevado al Partido Demócrata al abismo, y a Estados Unidos y al mundo en general a un escenario incierto y peligroso.
Culminó una carrera de medio siglo, como senador, vicepresidente y, finalmente, presidente.
“¿Cuál será nuestro legado, qué dirán nuestros hijos? Déjenme saber en mi corazón cuando mis días terminen, América, América, te di lo mejor de mí”, dijo. En un discurso de despedida en Chicago que se prolongó más allá de la medianoche en la costa este, Biden puso ese legado -y lo que él ve como el destino de la democracia estadounidense- en manos de la mujer a la que se refirió como “la vicepresidenta que pronto será presidenta, Kamala Harris“.
“Es dura, tiene experiencia y tiene una enorme integridad”, dijo. “Su historia representa la mejor historia estadounidense”, enfatizó Biden. “Será una presidenta a la que nuestros hijos podrán admirar. Será una presidenta respetada por los líderes mundiales. Será una presidenta de la que todos podremos estar orgullosos. Será una presidenta histórica que dejará su impronta en el futuro de Estados Unidos“.
El discurso, las palabras, y el gesto de Biden fue especialmente conmovedor ya que se convirtió en el primer presidente en funciones en abandonar una carrera por la reelección en más de cinco décadas y media.
Horas antes, Trump había repetido el lenguaje que llevó a Estados Unidos a su peor crisis constitucional de la era moderna hace cuatro años. Insinuó que solo aceptaría el resultado de este año si pensaba que era libre y justo. No había pruebas de que no fuera así la última vez y no hay señales de que vaya a ser diferente este año.
“Ahora es verano, el invierno ha pasado y con un corazón agradecido, me presento ante ustedes en esta noche de agosto para informarles que la democracia ha prevalecido, la democracia ha cumplido y ahora la democracia debe preservarse”.
Hubo dos momentos muy significativos que dejarán el interrogante al pais si Kamala pierde al final frente a Trump.
En el breve discurso de la primera dama Jill Biden, reveló que su marido tuvo que “hurgar en lo más profundo de su alma” para decidir no volver a presentarse como candidato.
Por su parte Ashley Biden llamó a su padre uno de los “líderes más trascendentales de la historia”. ¿Advertía al país de lo que estaba a punto de perder? En todo caso, una muestra de las brasas de dolor que siguen en la Casa Blanca y que sólo quedarán apagadas si Kamala se convierte en la primera mujer en la historia de Estados Unidos en llegar a la Casa Blanca.
Pero Biden fue terriblemente sincero al final.
“Ha sido el honor de mi vida servir como su presidente. Amo mi trabajo, pero amo más a mi país”.
El Air Force One estaba listo para un vuelo nocturno hacia el oeste, a sus vacaciones en California. Sigue ahora la Convención pero sin el presidente en funciones.
Una vida marcada por la muerte de su esposa y su pequeña hija después de ganar las elecciones al Senado. Y luego la muerte de su amado hijo Beau por cáncer cerebral mientras era vicepresidente. Una carrera en Washington que comenzó cuando Richard Nixon era presidente. Incluso cuando consiguió la nominación demócrata Sin duda Biden será recordado durante generaciones tanto por la forma en que dejó el cargo como por lo que hizo mientras lo ocupó.
Ahora sí, se cerró definitivamente su era.