Borja Semper, portavoz del PP, explico en la Cadena SER, que los nuevos miembros del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) tendrán que remitir en un plazo de seis meses una propuesta que contenga la participación directa de los jueces en la elección de sus representantes en este órgano. “Y la Comisión Europea velará por proteger este criterio. Su participación ha sido determinante para alcanzar el acuerdo”, subrayó. Un protagonismo que destacó Hechos de Hoy.
Consideró que Alberto Núñez Feijóo ejerce el liderazgo del PP de una manera natural, “no autoritaria”, y comparte con los líderes autonómicos y con la dirección del partido las decisiones que toma, como la del CGPJ. “Yo me siento muy cómodo en un partido en el que los dirigentes territoriales o cualquier miembro puede expresar una opinión”, destacó.
Criticó al Gobierno por dedicarse a acusar a jueces de prevaricación, a señalar a periodistas, a promover una Ley de amnistía “por siete votos” y con un presidente que “desaparece” cinco días. “Es inédito en Europa lo que estamos viviendo en España en los últimos meses y no se asemeja a las democracias de nuestro entorno”.
Subrayó que el Gobierno, en vez de ofrecer transparencia ante los casos de corrupción, solo responde con acusaciones de “fachosfera”. “Todos somos de extrema derecha si estamos en contra de este gobierno y esto me parece profundamente injusto, equivocado e, incluso, peligroso”.
Insistio en que la oposición que realiza el PP al Gobierno debe ser “responsable, seria, rigurosa y contundente”. Y añade que el objetivo de su partido es “gobernar y transformar la realidad”.
Mostró su preocupación por el deterioro de las relaciones diplomáticas con Argentina, “el país más importante para España” y subrayó que “no nos sentimos representados por esa política diplomática y por esa política exterior”.
Defendió que la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, “es una mujer comprometida con la igualdad de todos los ciudadanos, independientemente de su orientación social” y califica la polémica sobre la no colocación de la bandera LGTBI, “ni ninguna otra”, en el balcón municipal de “un despropósito”. Negó cualquier influencia “ni de Vox ni de nadie” en esta decisión. “Me parece descabellado todo lo que está ocurriendo”, destacó.
Mostró su preocupación por la política migratoria y, en especial, por la situación de Canarias donde hay que buscar una “solución solidaria” entre todas las comunidades y denuncia la inacción del Gobierno. “Estamos hablando de seres humanos, no de paquetería exprés”, recalcó.
Consideró que las comunidades son pieza clave a la hora de diseñar la política migratoria y el Gobierno debe contar con ellas. También alertó de la importancia de afrontar bien este problema “porque de no hacerlo, las derivadas pueden ser peligrosísimas”, en referencia a las crisis humanitarias, de seguridad y, también, del auge de los populismos. “La política migratoria no se puede despachar con un trazo grueso y yo no veo la política migratoria de este gobierno por ningún lado”.