Dos encuestas lo reflejan claramente en el nativo digital El Español y el Legacy Media La Razón.
Analistas políticos señalaron a Hechos de Hoy el clima de escisión, ruptura y cisma definitivo en el Partido Socialista Obrero Español (PSOE). El ala socialdemócrata, fundadora del partido, y liderada por Felipe González y Alfonso Guerra, ha roto definitivamente con el aventurerismo político de Pedro Sánchez y su golpe de mano para hacerse con las siglas del partido. De PSOE a Partido Sanchista. El ala socialdemócrata acusa a Sánchez de haber convertido al partido en una secta.
Las tensiones se han disparado con la reacción trumpista de Sánchez de negarse a admitir su derrota, aferrarse a La Moncloa y asegurar que la alianza del PSOE con los cuatro partidos secesionistas (BNG, EH Bildu, ERC y Junts) supone una “mayoría progresista en España.
Sánchez se ha negado a aceptar la investidura de Feijóo, ha rechazado abrir una vía de entendimiento y sólo está obsesionado con que el Rey le designe para una segunda investidua en la que firmará el acuerdo con Carles Puigdemont de una Ley de Amnistía y un referéndum para la independencia de Cataluña de España.
Amtes de la sesión de investidura, el histórico acto del Parido Popular en Madrid ha mostrado que conservadores, centristas y socialdemócratas rechazan de plano el golpe de mano que pretende ahora Sánchez con su Ley de Amnistía. Dos nuevas encuestas han registrado además un terremoto político en la militancia del PSOE.
Aproximadamente ocho de cada diez de sus votantes (el 78,8%) rechazan la idea de que el PSOE pueda acceder a la exigencia de la Ley de Amnistía para continuar en La Moncloa. Según la encuesta de NC Report para La Razón, el 82,3% de los encuestados también lo censuran. Ni los más jóvenes ni los más mayores lo respaldan, siendo los de más de 55 años los que lo advierten con más contundencia, en un 88,4 de los casos.
Que este asunto que supondría borrar el delito de los líderes independentistas, su responsabilidad en el 1 de octubre, forme parte de la negociación política no le parece legítimo al 57,6 por ciento de los encuestados.