Aunque hace unas décadas eran rivales irreconciliables en el emergente mercado informático, ahora parece que todos los problemas se olvidaron. Quizá por ello, los gigantes tecnológicos Apple e IBM anunciaron una sorprendente alianza para competir juntos en el mercado de la telefonía inteligente.
El refrán de “si no puedes con tus enemigos, únete a ellos” es el claro ejemplo de esta alianza. En un comunicado, Apple explicó que su nueva sociedad con IBM llevará a ambas compañías a trabajar juntas en el desarrollo de más de 100 nuevas soluciones para empresas, entre ellas aplicaciones exclusivas para los teléfonos iPhone y las tabletas iPad.
Con dicho acuerdo, Apple, que en los últimos tiempos se encargó de dirigir todos sus esfuerzos hacia la informática de consumo en lugar de centrarse en la empresa, donde el líder indiscutible sigue siendo el software de Microsoft, tratará de introducirse en el ámbito empresarial de la mano de un titán de este sector como es IBM.
Hay que recordar que IBM es una de las pocas empresas tecnológicas que sobreviven fuera de Silicon Valley. Su trabajo será desarrollar servicios en nube optimizados para los sistemas operativos iOS de Apple y, a su vez, los iPhones e iPads que se vendan a las compañías llevarán instalada la plataforma para empresas de IBM MobileFirst.
Asimismo, se encargará de proveer mecanismos de seguridad, herramientas de análisis e integración móvil para los sistemas operativos iOS, y Apple se encargará de ofrecer apoyo técnico a las empresas para las nuevas aplicaciones a través de AppleCare.
"Por primera vez en la historia, estamos ofreciendo a los usuarios de iOS las prestigiosas herramientas de Big Data y análisis de IBM, lo que abre una gran oportunidad de mercado para Apple. Esto es un avance radical para las empresas y algo que sólo Apple e IBM pueden ofrecer", indicó el consejero delegado de Apple, Tim Cook.
Se trata de un primer acuerdo de gran calado entre ambas compañías que a finales del siglo XX se dedicaban a atacarse sin reparos algunos para llegar a controlar el mercado de los ordenadores personales, una rivalidad que dejó para la historia la icónica fotografía del cofundador de Apple Steve Jobs dedicándole una peineta al logotipo de IBM.