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Recuperar la economía y hacer frente a China

Recuperar la economía y hacer frente a China, objetivos complejos. (Foto: BBC)

RELEVO EN TOKIO

Educado en Nueva York, Fumio Kishida, una de las figuras más respetadas del PLD

Fumio Kishida, de 64 años, educado en Nueva York, nuevo primer ministro de Japón. Investido por el Parlamento tras ganar la votación interna de su partido, tendrá que convocar elecciones para finales de octubre.

Hechosdehoy / Arturo Vázquez / José Vidal

Fumio Kishida fue investido este lunes como nuevo primer ministro de Japón en una sesión parlamentaria extraordinaria tras su victoria en las primarias del gobernante Partido Liberal Democrático (PLD).

El nombramiento de Kishida fue ratificado formalmente en una votación en ambas cámaras, en las que la coalición gobernante cuenta con amplia mayoría. Sucede a Yoshihide Suga, quien renunció en horas previas en bloque junto a su Gabinete tras poco más de un año de gestión.

El objetivo inmediato de Fumio Kishida se centra en a estabilidad de cara a las inminentes elecciones generales. Descinde de una familia política de Hiroshima. Había sido electo el miércoles pasado presidente del gobernante Partido Liberal Democrático (PLD), venciendo al popular jefe de la campaña de vacunación, Taro Kono.

Kishida es considerado una figura confiable, con apoyo de su propia facción dentro del PLD y no se cree que cambie significativamente las políticas del actual Gobierno. Su elección se produjo después de que el primer ministro Yoshihide Suga, dio un paso atrás. Renunción señalando que no volvería a aspirar a ser líder del PLD tras solo un año en el cargo.

Kishida tendrá numerosos desafíos, desde tratar de conducir la economía en la era postpandémica hasta enfrentar las amenazas militares de Corea del Norte y China.

También dirigirá al PLD en las elecciones generales, previstas para noviembre, aunque medios locales informaron el lunes que Kishida quiere que se realicen el 31 de octubre. Se prevé que el partido de Gobierno y sus socios de coalición retengan el poder en esas elecciones, pero podrían perder algunos escaños por el rechazo y disgusto a la respuesta del gobierno al coronavirus.

La popularidad del gobierno de Suga cayó fuertemente al luchar por contener olas de contagios de COVID-19, incluyendo un brote récord durante los Juegos de Tokio, en julio pasado. En su campaña por la jefatura del PLD, Kishida enfatizó sus planes de corregir los errores del Gobierno con la pandemia, y se comprometió a impulsar un nuevo estímulo económico.

El nuevo Gobierno de Kishida está lleno de aliados del ex primer ministro Shinzo Abe . De los 20 miembros, 13 no tienen experiencia previa en el Gabinete, tres son mujeres y la edad promedio es de 61 años.

Un liberal moderado considerado como una mano estabilizadora, Kishida hereda un Japón que ha sufrido por la COVID-19, una economía estancada, una población que envejece rápidamente y crecientes tensiones con China .

Kishida fue ministro de Relaciones Exteriores del país de 2012 a 2017 bajo Abe, el primer ministro de Japón con más años de servicio. 

Los analistas dicen que Kishida es visto como un constructor de consenso, una elección del establishment que representa la estabilidad. 

Su primera gran prueba serán las próximas elecciones generales. 

"No va a ser una estrella de televisión. No va a capturar la imaginación del japonés promedio. Pero el pueblo japonés quiere estabilidad y seguridad, y creo que él podrá proporcionar eso", dijo Keith Henry, presidente de firma consultora de riesgo político y negocios Asia Strategy.

Kishida ha prometido un "nuevo capitalismo" que incluye reducir la brecha de ingresos e impulsar el gasto de los consumidores. Dijo que las políticas económicas epónimas de Abe, conocidas como "Abenomics", no pudieron "filtrarse" de los ricos a los pobres. También propuso un importante paquete de recuperación por valor de "varias decenas de billones" de yenes para sacar a la economía de Japón de la caída inducida por la pandemia.

"Hay un sentimiento profundo entre los japoneses de que esta brecha entre los que tienen y los que no tienen, la brecha entre la riqueza, los salarios y las oportunidades está aumentando", dijo Henry.

Japón ha vacunado al 60% de su población contra la COVID-19, y la semana pasada el país levantó su estado de emergencia en medio de una caída en las infecciones. Las restricciones sociales y comerciales se están suavizando gradualmente y Japón flexibilizó las restricciones de entrada para algunos visitantes. 

En política exterior, Kishida se ha comprometido con "la realización de un Indo-Pacífico libre y abierto". Su predecesor Suga asistió a la primera reunión en persona del Diálogo de Seguridad Cuadrilátero, conocido como el Quad, un foro estratégico informal de Estados Unidos, Australia, Japón e India. Joe Biden está reuniendo a Japón, Australia e India para mirar fijamente a China

Se espera que Kishida apoye una alianza sólida con Estados Unidos y otros aliados, y un desafío clave será equilibrar los profundos lazos económicos de Japón con China y sus preocupaciones sobre la creciente agresividad militar de Beijing en la región. Kishida también se enfrenta a una Corea del Norte cada vez más ambiciosa y beligerante.

Los analistas se preguntan si Kishida será un líder duradero o si Japón volverá a un período de inestabilidad política similar al de la era anterior a Abe, cuando Japón pasó por seis primeros ministros en seis años.

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