Comicios de alto suspense en Ecuador, con gran atención en Quito y Guayaquil al escrutinio, así como de la diáspora, con especial importancia de la relevante y apreciada comunidad ecuatoriana afincada en España.
Es una elección de presidente y Asamblea para poner fin a una década de Rafael Correa. Se trata de un duelo entre Lenín Moreno, el candidato oficialista – las encuestas vaticinaron entre el 30% y el 35% de los apoyos- y una oposición fragmentada, liderada por el conservador Guillermo Lasso. Los sondeos habían apuntado a una necesaria segunda vuelta.
El avance del escrutinio arrojó primeras conclusiones. El candidato del Movimiento Alianza PAÍS no arrasó. El desgaste de la gestión de Rafael Correa se dejó sentir. Lenín Moreno necesita para ganar en la primera vuelta alcanzar el 40% y superar al segundo candidato en más del 10%.
Si hay una segunda vuelta se celebrará el 2 de abril. Se podría pasar del escenario de Lenín Moreno de rozar la victoria con los dedos en la primera vuelta a una reorganización de los votos en la segunda en torno a Guillermo Lasso. No hay efecto dominó en estas elecciones en Ecuador. La fragmentación ha pesado en su historia.
Ahora, más que nunca, será necesario el diálogo para el nuevo presidente. No podrá producirse un mandato tan personalista como el de Rafael Correa.