Idlib contra Damasco. La ciudad rebelde contra la capital. En Idlib se halla la localidad de Jan Sheijun. De nuevo, todas las investigaciones y denuncias apuntan al bombardeo con armas químicas de aviones y helicópteros de Siria contra grupos opositores. Fue una acción que Rusia no pudo ignorar porque tiene todo el control de las acciones militares en Siria en apoyo de directo de Vladimir Putin a su protegido, Bachar El Asad.

Idlib, la última de las 14 provincias de Siria completamente en manos de facciones opositoras -al margen de las posiciones de ISIS (Estado Islámico, Daesh), está bajo el mando de la milicia islamista Ahrar al Sham y la coalición Tahrir al Sham (liderada por los yihadistas de Al Nusra, antigua filial de Al Qaeda en Siria). 

Estados Unidos condenó el ataque que calificó de "reprobable" señalando que "no puede ser ignorado". "Mientras seguimos evaluando esta situación terrible, está claro que esta es la forma en que El Asad opera: con barbarie brutal e incontenible", dijo el secretario de Estado, Rex Tillerson. Estados Unidos llamó a Rusia y a Irán a ayudar a evitar que se repitan ataques químicos.

El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, destacó en una conferencia de prensa que los "actos atroces" de El Asad son consecuencia de la "debilidad" mostrada por Barack Obama. 

El propio presidente Donald Trump insistió en este nuevo ataque contra el expresidente Barack Obama.

"Las acciones atroces de régimen de Bachar El Asad son una consecuencia de la debilidad de la pasada administración", afirmó. "El presidente Obama en 2012 dijo que crearía una línea roja contra las armas químicas, pero luego no hizo nada", insistió.

El bombardeo químico en la provincia de Idlib coloca al secretario de Estado, Rex Tillerson, en su primera crisis. Apuntó que sobre Rusia e Irán pesa "la gran responsabilidad moral" por estas muertes.