Donald Trump giró finalmente contra Paul Ryan y el Partido Republicano en la escena política más inédita (ver en Hechos de Hoy, Paul Ryan decide romper con la campaña de Donald Trump).
De esta forma Donald Trump comenzó a girar al escenario de un candidato independiente y un Partido Republicano navegando en plena tormenta, con todas las luces encendidas de extrema alerta. En juego ya está todo: la mayoría en las dos Cámaras y la incertidumbre final de si habrá un voto explosivo e insensato o se impondrá la sensatez (por no decir decoro). Para Barack Obama de nuevo es un momento importante de su Presidencia, una sucesión dramática que nunca imaginó.
Donald Trump contestó a Paul Ryan -a quien tachó de ineficaz- no sólo con hostilidad sino desafío celebrando poder “deshacerse de los grilletes” que lo atan al partido, según dijo en uno de los mensajes en Twitter:
– "Our very weak and ineffective leader, Paul Ryan, had a bad conference call where his members went wild at his disloyalty".
– "It is so nice that the shackles have been taken off me and I can now fight for America the way I want to".
Las revelaciones del diario de Jeff Bezos, The Washington Post, y el segundo debate llevaron a Paul Ryan, presidente de la Cámara de Representantes, y figura política y moral de la derecha, a suspender su apoyo a Donald Trump. Ahora el desafío, pulso y guerra es total.