Donald Trump se mostró lleno de furia. Cree que hay una campaña de resistencia en la propia Casa Blanca. Ha exigido el control de los teléfonos de trabajo y personales. Le molesta estar castigado por las encuestas así como la ovación que se produjo cuando fue reconocido Barack Obama en el centro de Nueva York.
Al mismo tiempo pasó a la acción abriendo las hostilidades contra el expresidente Barack Obama. En una entrevista a Fox News, adelantada por el canal, acusó abiertamente a Barack Obama de alentar una revuelta. Le acusó de estar “detrás” de las protestas que se están viviendo en las poblaciones gobernadas por el Partido Republicano y también de las filtraciones a la prensa, desde la Casa Blanca, de información sobre su Gobierno.
“Creo que está detrás”, afirmó Donald Trump. También aseguró que cree que “su organización” -el Partido Demócrata y la Fundación Obama– "está detrás de las filtraciones". No obstante, matizó que entiende que "esto es política" y que cree que continuará.
La posición de Barack Obama
Desde el final de su mandato, Barack Obama ha permanecido en un segundo plano. Sólo rompió su silencio el 30 de enero en una declaración en la que afirmó que “los valores estadounidenses están en peligro”. El expresidente dijo estar “alentado” por el compromiso social en el país contra las medidas migratorias adoptadas por Donald Trump.
“Ciudadanos ejerciendo su derecho constitucional de reunión, organización y haciendo que sus voces sean escuchadas por los oficiales electos es exactamente lo que esperamos ver cuando los valores estadounidenses están en peligro”, puntualizó entonces el portavoz de Barack Obama, Kevin Lewis.