Alexis Tsipras lo consiguió. Convirtió a Grecia en país no confiable. La reunión maratoniana del Eurogrupo a lo largo del sábado acabó sin acuerdo y con división.
Los ministros de Finanzas de la Zona euro decidieron acabar a las 12.00 de la madrugada. Fue el momento en que constataron el clima de división. Prosiguen a media mañana de este domingo antes de la cumbre, la de líderes de la Eurozona. La de líderes de toda la Unión Europea quedó suspendida.
Básicamente los ministros no lograron sellar un acuerdo sobre si las reformas y los ajustes anunciados por Alexis Tsipras son suficientes para abrir un tercer rescate a Grecia. El primer ministro griego se negó a contemplar el fin ordenado del segundo rescate y rompió la alianza política con la Eurozona. Restablecer la confianza es de repente -se reconoció en fuentes de la Comisión Europea a Hechos de Hoy– la brecha abierta.
¿Cómo se pueden garantizar liberalización de mercados, mercado laboral, privatizaciones, reforma del Estado, presupuesto en defensa y medidas claves si todo lo acordado y firmado se incumplió?
Se abrió un domingo de giro muy brusco en Bruselas. A la reunión del sábado del Eurogrupo, y de su continuación este domingo, se añade la cumbre de los líderes de la Eurozona. Sobra decir que este momento es el realmente crítico.
Jeroen Dijsselbloem, presidente del Eurogrupo, advirtió de la cuestión esencial de la confianza quebrada. Luis de Guindos lo situó como el asunto esencial. Wolfgang Schäuble insistió en ello advirtiendo que el optimismo sobre Grecia se había "destruido a un ritmo increíble en los últimos meses".
Alemania, Eslovenia, Finlandia, Holanda, Eslovaquia creen que las medidas propuestas por Alexis Tsipras no son base suficiente para el tercer rescate. Wolfgang Schäuble planteó además dos hipótesis:
– Mejorar de forma inmediata, por parte de Alexis Tsipras, su plan.
– Salir temporalmente de la Zona euro durante cinco años para reestructurar su deuda.
Finlandia es el país que de forma más tajante se ha pronunciado contra el tercer rescate. Francia lidera el bloque contemporizador. Todo depende del consenso final entre Alemania, Francia e Italia, los tres países claves del el Mede, el Mecanismo Europeo de Estabilidad, el fondo que permitiría el tercer rescate.
Fue malo el momento en que Grecia puso la etiqueta de "acreedores" a quienes eran sus socios. Peor resultó cuando voló todos los puentes, los límites, y los postes de las luces rojas. Aunque los líderes europeos llegue a un acuerdo al filo del límite, el marco de la escena no puede ser más amargo. Destruir la confianza, el juego limpio, el sentido del honor, la honorabilidad y la confianza, y la amistad franca evidentemente, en un círculo estrecho de socios es minar la reputación corporativa de esa asociación.
Al margen de consideraciones políticas y económicas, y de la reacción de los mercados este lunes. es la crisis moral lo que perdura. Actuar de manera cínica y desleal es lo peor para cualquier corporación. Alexis Tsipras no dudó en romper los círculos de confianza y trasparar esas dos fronteras. Creó peligro extremo para los griegos, y riesgo serio para la Unión Europea como nunca existió en la grandeza de su sueño federal.