Había una gran expectación en la City y en Bruselas por conocer el nervio electoral de David Cameron (ver en Hechos de Hoy, La libra esterlina en la montaña rusa del morbo extremo en Reino Unido).

Habrá que esperar hasta el recuento del último voto, las observaciones, y la confirmación de todo el proceso al 100% y sin ningún resquicio. Por lo pronto, los sondeos a pie de urna se convirtieron en sorpresa agradable para la libra esterlina.

Al igual que sucedió en el referéndum sobre Escocia, David Cameron habría superado  su segunda prueba con sorpresiva forteleza. No quedó barrido. Las encuestas le habían minusvalorizado. 

Los sondeos de las cadenas de televisión BBC, ITV y Sky otorgaron al Partido Conservador (los tories) de David Cameron, 316 escaños. Concedieron al Laborismo de Ed Miliband, 239. Los escaños necesarios para formar gobierno en Reino Unido son 326.

Las encuestas fueron concluyentes con los liberaldemócratas de Nick Clegg. Retrocedieron a 10 escaños -frente a los 47 de las anteriores elecciones-. Los nacionalistas escoceses del SNP obtendrían 58 escaños -todos los escaños en juego en Escocia menos uno- en los Comunes (la Cámara Baja). Los ultraderechistas de la UKIP se quedaron con dos diputados, igual que el Partido Verde.

Si al final se cumplieran estas encuestas iniciales de a pie de urna, los conservadores de David Cameron podrían repetir la coalición con los libearaldemócratas. Pero los analistas son muy cuidadosos por lo apretado de las encuestas iniciales. Cualquier variación supondría un cambio fundamental. Los comicios son muy observados en la City y en Bruselas porque está em juego la gobernabilidad de la quinta economía del mundo.