La frialdad entre Barack Obama y Vladimir Putin se convirtió en el escenario de fondo. Francisco, con su oración conjunta por la paz, una experiencia inédita de un Papa, abrió un camino inédito. Más que nadie, Francisco sufre con la incertidumbre y sufrimiento en Israel y Palestina.
La movilización de Israel y su nueva intervención en la Franja de Gaza es más grave que cualquier otra operación militar. Se produce en plena expansión de la mayor guerrilla islámica que nunca existó en la región. Analistas apuntaron a Hechos de Hoy lo incierto del escenario político y la gravedad de los pasos que se están dando
Desde el comienzo de la Operación Margen protector, la aviación israelí efectuó decenas de ataques en la Franja de Gaza. En Jerusalén, en el entorno del primer ministro, Benjamín Netanyahu, se apuntaron las hipótesis de una invasión o una operación terrestre. Por su parte Mahmud Abas pidió a la comunidad internacional que "intervenga inmediatamente para detener la peligrosa escalada que podría provocar más destrucción e inestabilidad en la región"
Toda esta nueva espiral de violencia, la más grave desde noviembre de 2012, tiene su origen en el secuestro el 12 de junio de tres estudiantes israelíes en Cisjordania, que días después fueron hallados asesinados. Poco después, un adolescente palestino fue raptado y quemado vivo en Jerusalén.
En las más de 50 incursiones aéreas, la aviación israelí destruyó casas de activistas de Hamás, a los que Israel atribuye los últimos ataques con cohetes. Las brigadas Ezzedin al Qasam, la rama militar de Hamás, acusaron a Israel de haber cruzado "una línea roja atacando casas", y amenazó con "ampliar el radio" de sus ataques. Israel insiste en que Hamás tendría un arsenal de 100.000 cohetes, algunos de ellos capaces de alcanzar Tel Aviv.
En Ciudad de Gaza, Ismail Haniyeh, primer ministro del gobierno de Hamás, llamó a "la unidad palestina en el frente político y en terreno". Hamás firmó el 23 de abril un acuerdo de reconciliación con la Organización de Liberación de Palestina (OLP), controlada por Al Fatah, el partido de Mahmud Abas. El objetivo es terminar con la división desde 2007 entre Gaza y Cisjordania, donde la Autoridad Palestina gobierna en las zonas autónomas.
Además siguen los altercados en Jerusalén este, de mayoría árabe, y en las localidades árabes del norte de Israel, donde sigue encendida la cólera por el secuestro y asesinato de un adolescente palestino quemado vivo. Todo es incierto y peligroso.
El secuestro que precipitó todo