En los hechos de hoy, jueves 27, el Rey Felipe VI fue investido Doctor Honoris Causa por la Universidad de Alcalá (UAH), tal como aprobó el Claustro en octubre del pasado año, en atención a su estrecha vinculación con la Universidad y a su compromiso con los derechos humanos, la cultura y la investigación, según señaló el departamento de Ciencias Jurídicas.
A la llegada a la Universidad de Alcalá se recibió a los Reyes con una comitiva de distinguidas autoridades.
Entre ellas se encontraba el presidente del Senado, Pedro Rollán; el presidente del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-Pumpido; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso; la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant; el presidente de la Asamblea de Madrid, Enrique Ossorio; el delegado del Gobierno en la Comunidad de Madrid, Francisco Martín Aguirre; y la alcaldesa de Alcalá de Henares, Judith Pique.
Poco después recibió el saludo de otras personalidades institucionales, encabezadas por el rector magnífico de la Universidad de Alcalá, José Vicente Saz; el catedrático de Ciencias Políticas de la Universidad de Alcalá y padrino, Miguel Rodríguez; y la decana de la Facultad de Derecho de la Universidad de Alcalá, Isabel Garrido. La comitiva se trasladó a la Sala de Autoridades, donde el Rey se revistió con el traje académico.
Acto seguido, se dirigieron al Patio de los Filósofos, donde tuvo lugar una fotografía oficial junto a la estatua del cardenal Cisneros.
A continuación, la Reina se trasladó al paraninfo y ocupó un lugar en la primera fila, mientras que el Rey, acompañado por el padrino y el rector magnífico, se integró al final de la comitiva académica.
Al ingresar al paraninfo, el Rey fue acompañado por el vicerrector de Investigación y Transferencia de la Universidad y dos maceros hasta la antesala. Allí, la vicerrectora de Estudiantes, Emprendimiento y Empleabilidad y secretaria general en funciones, Eva Senra, leyó el decreto de concesión del título de doctor honoris causa. Con posterioridad, el padrino, la decana de la Facultad de Derecho y el subdirector del Departamento de Ciencias Jurídicas, escoltados por los maceros, se desplazaron para recoger al Rey y acompañarlo nuevamente al paraninfo.
Dentro del paraninfo, el Rey accedió al estrado mientras se interpretaba el Veni, Creator Spiritus. Seguidamente, la vicerrectora Eva Senra presentó la intervención desde la cátedra y, desde allí, el catedrático de Ciencias Políticas y padrino, Miguel Rodríguez, dio lectura a la laudatio. Más adelante se interpretó la pieza musical Hymne à la Nuit, de Jean-Philippe Rameau.
El rector magnífico, José Vicente Saz, solicitó entonces que el Rey, acompañado por el padrino, se situara detrás de la mesa para la ceremonia de investidura. Tras formular la pregunta del juramento, el Rey respondió “Así lo juro”.
A continuación, se procedió a la entrega de los símbolos del grado: primero, el rector José Vicente Saz entregó el título de doctor e impuso el birrete laureado al Rey. Seguidamente, el padrino Miguel Rodríguez hizo entrega del libro de la ciencia, el anillo y los guantes blancos, que el Rey depositó sobre la mesa.
Posteriormente, el Rey intervino desde la cátedra
Destacó que “”emociona comprobar que por estos muros levantados hace cinco siglos, donde ejercieron su magisterio Antonio de Nebrija, Fernando de Mena o Francisco Suárez y estudiaron Ignacio de Loyola, Lope de Vega o Gaspar Melchor de Jovellanos, sigue fluyendo lo mejor que podemos ofrecer al mundo como sociedad: nuestro futuro”.
Tras las palabras del Rey, el rector retomó la palabra desde el atril y se interpretó el Gaudeamus Igitur.
Finalmente, concluyó la ceremonia y los Reyes participaron en diversas fotográficas junto a las autoridades, en grupo con los rectores asistentes y con los doctores de Derecho. Acto seguido, el Rey firmó el libro de honor de la Universidad.
Posteriormente, los Reyes fueron despedidos por las mismas autoridades que les recibieron a su llegada.
Con sus frecuentes visitas a la Universidad de Alcalá, el Rey Felipe VI ha contribuido de forma decisiva a proyectar una imagen internacional de prestigio de la Universidad de Alcalá. Cinco veces centenaria, reconocida como Patrimonio Mundial por la UNESCO y que, como tal, aúna tradición, modernidad y compromiso social.
En este sentido, subraya su apoyo al Premio de Derechos Humanos Rey de España, auspiciado por la UAH y el Defensor del Pueblo, que “confirma su implicación en la defensa de las libertades públicas”.
También al Galardón Camino Real, instaurado en 2012 por el Instituto Benjamin Franklin de la Universidad de Alcalá para reconocer el trabajo profesional de los españoles que, de forma destacada y ejemplar, proyectan y potencian la imagen positiva de España en Estados Unidos.
Del mismo modo, la propuesta destaca la labor por el Rey para la “promoción y reconocimiento a la cultura y al conocimiento científico”. Basta con mencionar su participación en el Premio de Literatura en Lengua Castellana Miguel de Cervantes, el galardón más relevante de la literatura en español.
O el Premio Iberoamericano de Humor Gráfico Quevedos, enriqueciendo el prestigio y repercusión de dichas distinciones, cuyos actos de entrega se celebran en la propia Universidad.
El discurso íntegro del Rey