Entre el 1 y el 31 de marzo pasado, los gobiernos federales, estatales y locales de casi todo el mundo impusieron órdenes de cierre destinadas a detener la propagación del virus. Un proceso que, en Estados Unidos, supuso el cierre de casi un tercio de su economía.
Este cierre golpeó de forma contundente el mercado de valores y las mejores acciones americanas. A finales de febrero, el Promedio Industrial Dow Jones se elevaba por encima de los 29.000 puntos. Pero, a finales de marzo, había caído en picado hasta luchar por mantenerse algo por encima de los 18.000 puntos.
Afortunadamente, poco después de la aprobación de la Ley Cares, las acciones se recuperaron. En la segunda semana de abril, el Dow Jones comenzó a subir poco a poco hasta la situación actual, oscilando entre los 23.000 y los 24.000 puntos.
En tiempos volátiles como estos, se necesita de mucha templanza y nervios de acero para entrar o permanecer en el mercado. Pero quizás ahora más que nunca sea el mejor momento para analizar cómo administrar nuestra cartera.
Reflexionar bien antes de vender
Hasta la llegada del coronavirus, el mercado de valores estaba experimentando su mayor éxito desde el 2008. Pero ahora nos encontramos en un momento de recesión. Durante este periodo, lo más recomendable es abandonar el mercado. Muchos inversores individuales quieren sacar sus activos, ya que parecen los más vulnerables a una caída libre.
Pero la volatilidad del mercado disminuirá y los fundamentos económicos volverán a dictar la dirección del mercado. A menos que se necesite el dinero en un futuro inmediato, la mejor opción es mantener el dinero donde está. Si esperamos y dejamos que el mercado se recupere, vamos a poder recuperar también el valor de las acciones.
Durante la Gran Recesión del 2008, el mercado de valores tardó dos años en recuperarse. No hay manera de saber cuánto tiempo tardará en recuperarse el mercado tras el coronavirus. Pero si hay algo que sea seguro es que vender por miedo o por impaciencia bien podría llevarnos a perder dinero.
¿Debemos comprar?
Muchos inversores se hallan centrados en estos momentos en la liquidez. Para cualquier persona preocupada por perder su trabajo, lo último que desea ahora es invertir su dinero. Lo más importante en esta situación suele ser tratar de equilibrar su necesidad de efectivo con su necesidad en la jubilación.
Al mismo tiempo, para cualquier persona con dinero para invertir esta es una magnífica ocasión para ello. Los precios de las acciones reflejan el miedo que subyace en todo el mercado. Si existe una preocupación por el efectivo a corto plazo, lo mejor es comprar activos que se puedan vender rápidamente. Pero si es posible, un mercado bajista es sin duda el mejor momento para comprar.
El inversor debe centrarse en los fondos
La recesión del 2020 ha trastocado el mercado de valores. Durante el próximo año, los inversores pasarán gran parte de su tiempo tratando de predecir cuáles son las industrias y las empresas que se recuperarán más rápidamente. Algunas de ellas resurgirán y otras, en cambio, no lograrán sobrevivir.
Los inversores individuales que buscan aumentar su dinero durante el mercado actual pueden reducir los riesgos centrándose en los fondos, ya sean mutuos o negociados en bolsa. También se puede invertir en fondos del mercado monetario y mantenerlos mientras la economía global se recupera.
En un futuro previsible, los riesgos aumentarán en todo lo que tenga que ver con la compra de acciones individuales. Algo que se puede compensar invirtiendo dinero en todo el mercado y estudiando bien aquellas compañías que resurgen.
Comprar por tramos o por etapas
De la misma manera que no sabemos qué compañías se recuperarán tras la pandemia, tampoco es fácil predecir cómo se comportará el mercado el próximo año. La recuperación actual podría continuar si los inversores obtienen la suficiente confianza del gobierno para combatir el virus y estabilizar la economía. Pero no hay una buena manera de saberlo.
La mejor manera de reducir este riesgo es comprando y/o invirtiendo por etapas. Se pueden comprar inversiones semanalmente o tal vez cada diez días. Como cualquier otra estrategia de inversión, esto significará dejar pasar algunas buenas oportunidades para reducir el riesgo. Sin embargo, nos libraremos del peligro de la volatilidad del mercado.
En definitiva, este es un momento un tanto difícil para los inversores y para cualquiera que esté pensando si retirar o no sus fondos. Sin embargo, con un poco de paciencia esta situación no tiene por qué suponer un desastre financiero. Si se siguen las pautas que recomiendan los expertos podría ser incluso la base para obtener ganancias significativas a largo plazo.