No hay la menor duda de lo que la crisis sanitaria provocada por la pandemia de la Covid-19 ha supuesto tanto para la economía global, como particularmente para la economía española. Los datos del primer semestre del año no pueden ser más negativos: a la caída de la producción y, por lo tanto, de las ventas de numerosas empresas, se suma la destrucción de una cifra aproximada a un millón de puestos de trabajo en España.
Y es que, al confinamiento y consiguiente parón de la economía española hay que sumar el parón que supuso la irrupción de la Covid-19 en China. Esto provocó que numerosas empresas españolas tuvieran que parar la producción al no recibir suministros provenientes de este país. La conclusión es que el parón chino ya provocó muchas dificultades a muchas empresas antes de que el Estado Español dictara el estado de alarma que confinó totalmente a la población durante largo tiempo.
Las primeras consecuencias
El Estado dictó una serie de medidas de urgencia para la economía, especialmente para muchos trabajadores que, ante la interrupción de la actividad de su empresa vieron como ésta no tenía más remedio que solicitar un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) para poder mantenerse a flote.
El alarmante retraso en la implantación de estas medidas y el pago por parte del Estado de la parte que le correspondía de los ERTE ha provocado serios problemas en las economías de las familias, que tienen enormes dificultades para poder hacer frente a alquileres e hipotecas, lo cual está generando un alto nivel de impagos. Es cierto que muchas entidades bancarias han puesto en marcha moratorias de hipotecas y que muchos propietarios arrendadores han pactado también moratorias con sus inquilinos, pero estas medidas han caducado por el levantamiento del estado de alarma y muchas familias y empresas siguen en una delicada situación económica.
El caso de las empresas
Son muchas las empresas que tuvieron que cesar su actividad. Algunas tuvieron la opción de tener a sus trabajadores desarrollando sus tareas gracias al teletrabajo, el gran descubrimiento de los españoles en esta crisis, pero son muchos los negocios que han estado tres meses sin poder desarrollar actividad alguna.
Este es el caso de numerosos negocios vinculados con el turismo. Hay que recordar que el Gobierno decretó el confinamiento total de la población en sus hogares en las fechas que coincidían, este año, con la Semana Santa. Así, todos los negocios, por ejemplo, vinculados a la hostelería tuvieron que colgar el cartel de cerrado.
El peligro de los rebrotes
En un principio, voces de expertos epidemiólogos hablaban de una posible tregua de los contagios de este coronavirus en verano, para tener un nuevo repunte en otoño o en invierno. Pero esto no está siendo así y están surgiendo rebrotes por toda la geografía española, amenazando seriamente por un posible confinamiento en esta época estival.
¿Qué puede suceder si esto pasa? Según los expertos de Cobratis, compañía líder en cobro de deudas, recuperación de impagados, facturas y gestión de cobro, es posible que el incremento de impagados pueda ser alarmante. Esta situación puede afectar tanto a empresas, como a familias. Es cierto que las Comunidades Autónomas, quienes ahora están al mando de la gestión sanitaria están haciendo una labor sobrehumana para mantener los contagios a raya, pero los casos se multiplican y esto puede hacer que la segunda oleada de contagios masivos se adelante al mes de agosto.
Evitar las consecuencias de los impagos
Si bien las entidades bancarias han concedido innumerables moratorias hipotecarias a sus clientes, en lo referente a los alquileres no ha habido ningún tipo de iniciativa oficial para ayudar a los inquilinos, particulares y empresas a los que un nuevo parón de la economía puede colocarlos en una situación muy crítica.
Así, ante esta posibilidad de impago de alquiler es muy recomendable que los propietarios se adelanten a este escenario, contratando uno de los denominados seguros de impago que garantizan 100% el pago y que pueden compatibilizarse con los más extendidos seguros de alquiler que son utilizados por una enorme cantidad de arrendadores.
Tomar medidas ante la incertidumbre
Estos nuevos productos se caracterizan por su bajo coste anual, pues por sólo 59 euros se pueden contratar y, como hemos dicho, son compatibles con los seguros de alquiler. Además, este servicio, conocido como Rent&Protect proporciona un servicio jurídico a los propietarios que lleva a cabo le seguimiento del cobro de las rentas de manera puntual.
Lo cierto es que las autoridades nos dicen que viviremos en esta incertidumbre mientras no sea posible encontrar un remedio, llamado vacuna, para esta grave pandemia que mantiene a las economías mundiales en jaque. Por lo tanto, los rentistas deben protegerse todo lo posible ante esta complicada situación que provoca numerosos retrasos en los pagos por las dificultades económicas que provoca.