Los mercados cerraron el miércoles 28 con la crisis en canal en el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) (ver en Hechos de Hoy, Un gobierno en minoría o terceras elecciones impuestas por Sánchez).
En las notas económicas, prudencia inicial. El IBEX 35 cerró en verde +0,60% y 8.740,40 puntos. La prima de riesgo en 103 y el bono a 10 años en 0,89%. Pero en las notas políticas, ebullición por los pulsos políticos en el PSOE y la guerra de jefes (críticos contra oficialistas).
Es una incógnita el final de la etapa de Pedro Sánchez Pérez-Castejón. Para inversionistas, bancos de inversión y analistas, se trata de un momento crítico para España pero también para la Zona euro y la propia Unión Europea.
A las incógnitas de Brexit no se deberían añadir las del derrumbre socialdemócrata en España. Los analistas insisten. La llegada de una escena multipartidista ha desconcertado. No ha dado respuestas en la gestión local y regional, y muchos menos a nivel nacional.
Además, el vacío político a nivel nacional ha resultado nocivo. Sólo con la formación de un nuevo gobierno pueden surgir respuestas. El bipartidismo casi perfecto entró en crisis por la quiebra del PSOE encadenando derrotas y liderazgos frustrados. Pero la reconstrucción socialdemócrata sólo puede hacerse desde la serenidad, a medio plazo, y en un escenario sin mayorías absolutas pero ejerciendo la oposición.
Gran atención por tanto en el final de esta semana (las jornadas del jueves 29 y viernes 30) a la forma en la que se escriba el final de la guerra cainita en el PSOE. Puede producirse con derrota o fractura. Los mercados están muy atentos confiando en un acuerdo político sobre la bocina en España para poner fin a la situación insólita de un año de vacío político, pato cojo en la escena internacional, y debilidad en su puesto de pilar de la Zona euro y núcleo duro de la Unión Europea.
Por el momento, en el último balance de estos forcejeos, una mayoría forzó el cese de Sánchez. Éste se atrincheró frente a su destitución. El secretario de Organización, César Luena, sostuvo que el líder socialista seguía siendo Sánchez. Resultó contestado en el final de un miércoles al rojo vivo. Antonio Pradas, secretario de Política Federal del PSOE, fue tajante. "La Ejecutiva está disuelta y Luena ya no es secretario de Organización", sentenció.