Miles de personas -160.000, según la Guardia Urbana y más de 300.000, según la organización- en la manifestación en el centro de Barcelona bajo el lema "Volem acollir" (Queremos acoger)". Se exigió un mayor compromiso en la acogida de refugiados que llegan a Europa huyendo de los conflictos en sus países.
Una marcha (la marea azul) apoyada por la mayoría de partidos políticos (salvo el Partido Popular de Cataluña), sindicatos y entidades sociales catalanas con pancartas con las proclamas "Cataluña, terra d'acollida" (Cataluña, tierra de acogida).
En la marcha, reivindicaciones soberanistas con presencia mayoritaria de entidades independentistas así como las referencias que a "un Estado propio para ser más solidario y poder acoger".
Ciudadanos lamentó que se intentara aprovechar la manifestación de refugiados para alimentar el debate separatista. La diputada Sonia Sierra señaló que fue a la protesta"para apoyar la acogida de los refugiados y para exigir que se cumplan los tratados internacionales".