Intensa actividad en el Congreso de los Diputados con crucial miércoles 10 de agosto de reunión de Mariano Rajoy y de Albert Rivera (ver en Hechos de Hoy, Albert Rivera, un gesto de responsabilidad política que es una lección al PSOE).
Muchas urgencias han pesado en el ánimo de Albert Rivera para abrir en canal la negociación entre Ciudadanos y Partido Popular con el objetivo de poner fin al bloqueo político y sentar las bases para un Gobierno de España.
El reciente barómetro del CIS mostró el desafecto ante una nuevas elecciones generales que supondrían derrota general de los líderes políticos y quiebra de la democracia alumbrada en la Transición. El hartazgo cívico y el desafecto hacia los líderes avanza en una senda peligrosa. Por último -asunto destacado por las agencias de ráting- España se estaba pegando dos tiros en los pies enviando el peor mensaje a las inversiones y el crecimiento logrado con tantos esfuerzos colectivos.
El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, finalmente ha puesto sobre la mesa un documento para una negociación de investidura con el candidato más votado, el presidente en funciones Mariano Rajoy. Un acuerdo de PP y Ciudadanos alcanzaría una mayoría de 169 diputados. una sólida base para lograr acuerdos y abstenciones.
Por parte de Albert Rivera, además de un gesto de responsabilidad, ha sido un acto de lucidez política y estratégica planteando -entre otros objetivos- una reforma de la Ley Electoral y una comisión de investigación parlamentaria sobre el caso Bárcenas.
Albert Rivera busca en primer lugar que se fije la fecha de investidura. Obliga a Mariano Rajoy a asumir algún coste de negociación. Y sitúa a Pedro Sánchez, el líder del PSOE, en el brete de implicarse en la gobernación o quedar al margen.
Realmente un miércoles decisivo a tres bandas.