La montaña volvió a entorpecer el rescate del pequeño Julen. Una nueva microvoladura con dinamita, la cuarta, fue necesaria el viernes por la noche para que los mineros avanzaran.
Una enorme emoción en torno a los escasos centímetros del final de la operación rescate. Una gran expectación en el desenlace de una operación de solidaridad, despliegue de medios y tenacidad en la búsqueda de Julen, el niño de dos años que cayó a un pozo hace 12 días.
Cuatro guardias civiles de Palma de Mallorca y Cantabria hllegaron a Totalán junto a tres topógrafos. Su tarea fue la de apoyar y reforzar la labor del equipo de hasta 26 miembros que trabajó con extrema precisión.
Una vez realizada la nueva microvoladura de la roca de cuadracita, los miembros de la Brigada de Salvamento Minero volvieron a entrar al pozo paralelo para concluir el túnel El portavoz de la Guardia Civil, Jorge Martín, explicó que son guardias civiles los encargados de las últimas labores del rescate de Julen.
No ha sido momento de hablar de tiempos. la que manda es la montaña y en este caso ha sido dramáticamente caprichosa. El trabajo ingente de 300 personas, entre ellos 18 psicólogos, ha trabajado sin descanso. Un calvario para los padres, Vicki y José, y familiares, y para los equipos de rescate.