Cuatro revalida su apuesta por los formatos de producción propia con el estreno de A cara de perro, un nuevo programa con la defensa de los derechos de los animales como pilar básico. A cara de perro es un nuevo docufactual que sigue la vida de Javier García Roche, boxeador profesional conocido como El Rey Chatarrero y ferviente defensor de los derechos animales.
Este nuevo formato, producido por la cadena en colaboración con FremantleMedia, recopilará denuncias anónimas de casos de maltrato animal para, una vez comprobadas la veracidad de las mismas, denunciar y poner en conocimiento de las autoridades pertinentes ese maltrato para ponerle freno. Contando con la colaboración de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, Roche y sus "cachorros" acudirán allá donde se reclame su intervención. Perros, gatos, caballos, ovejas… Cualquier animal que esté en problemas por culpa de la acción (o falta de acción) del hombre estará en el radar de Roche.
Además, se mostrará el trabajo diario de El Rey Chatarrero tanto en el viejo taller familiar de recogida y compra de chatarra como en su club de boxeo, creado por iniciativa de Javier para ayudar a jóvenes en situación de desamparo a encontrar un futuro mejor.
Javier García Roche es un joven barcelonés de 35 años dedicado al negocio de la chatarra y famoso por su local de boxeo, Chatarras Palace. Desde hace años entrena a jóvenes sin recursos que buscan una salida a su situación de marginalidad y que ven en el mundo del boxeo una alternativa de vida. Javier, conocedor de las consecuencias de vivir al margen de la ley, busca evitar que muchachos de su barrio, a quienes apoda cachorros, caigan en los errores que él cometió.
“Para mí ser el rey chatarrero significa ser buena gente, querer y respetar a tu madre, hacer el bien, ayudar a quien lo necesite y estar en contra de los abusones”. En el pasado de Roche se combinan luces (un próspero negocio familiar), con sombras (una estancia en prisión por delitos menores). Aquella etapa hizo saltar un clic en la cabeza de Roche.
La reinserción funcionó con él. “Cuando me metieron en la cárcel me hicieron un favor. Vi que ese no era mi sitio y que si me centraba en el boxeo, no volvería allí. A más boxeo, menos peleas”. Descubierto para el gran público en un reportaje del programa de Cuatro Callejeros, su fama ha ido creciendo y, a día de hoy, Roche goza de una gran popularidad en Internet, con decenas de miles de seguidores en redes sociales.
Sin límite, sin concesiones
Además del boxeo, la otra pasión de Roche son los animales, pasión que transmite a todo su equipo de trabajadores y a sus boxeadores. Gracias a su capacidad para viralizar mensajes a través de las redes sociales, se ha convertido en uno de los activistas más mediáticos contra el maltrato animal.
Prácticamente a diario, Roche recibe la visita de alguien que cara a cara quiere informarle de situaciones de maltrato animal, abandonos o con graves problemas de salud. Lo mismo sucede en redes sociales, desde donde constantemente le piden ayuda. Él personalmente se ocupa de buscar a muchos de estos animales un hogar, colaborar en el pago de las facturas veterinarias, proporcionarles comida y, sobre todo, darles mucho amor.
“No puedo negarle ayuda a un animal. Son seres indefensos. No puedo soportar que alguien les haga daño”. Esas mismas peticiones de ayuda y rescate que gestiona a diario son el motor de A cara de perro. Acompañado de un equipo de filmación que documentará a modo de pruebas los casos denunciados, Roche sale en búsqueda de aquellos animales que se encuentren en peligro para rescatarlos y ofrecerles una nueva oportunidad.