El conflicto de Siria se extendió a Irak. Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL), la marca de Al Qaeda de extremistas suníes, dio un golpe sin precedentes y abrió con crudeza la nueva guerra de Irak desencadenando una alarma sin precedentes en la Administración de Nuri al Maliki en Bagdad.
Mosul, la segunda ciudad de Irak, está ya en manos de radicales brutales causando un éxodo humano. Tienen también el control de la provincia de Nínive y partes de otras localidades del norte de Irak. Nuri al Maliki ha pedido al Parlamento que declare el estado de emergencia y ha anunciado que armará a la población que se movilice "contra el terrorismo". El gobernador de la provincia, Azil al Nuyefi, explicó que se produjo "un gran derrumbe" de las fuerzas del Ejército , que se retiraron sin presentar batalla de algunas zonas de esta ciudad.
La lucha en Mosul, ubicada 400 kilómetros al norte de Bagdad, ha causado ya el desplazamiento de decenas de miles de habitantes. En total, allí viven más de un millón y medio de personas, que son en su mayoría árabes de confesión suní, aunque cuenta con un extenso número de minorías confesionales y étnicas. El EIIL, de confesión suní, pretende imponer un estado islámico en Irak, un país de mayoría chií.
Nuri al Maliki, tras ganar las elecciones legislativas del pasado abril, busca apoyos para iniciar su tercer mandato. Analistas en Jerusalén, según informaciones recogidas por Hechos de Hoy, apuntaron la frialdad con que se observa en Kuwait y Arabia Saudí, por el momento, el deterioro de la situación en Irak.