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ADVIERTE DE LAS TRES AMENAZAS

Benedicto XVI llama con energía a un primer plano a ser constructores de paz

Llamamiento intenso del Papa a que 2013 sea un año de profunda paz rechazando con energía las tres amenazas que considera más dañinas y peligrosas.

Hechosdehoy / Hechos de Hoy / Mario García
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En todos los actos de final de 2012, y llegada de 2013, el papa Benedicto XVI enfatizó la necesidad de que den un paso adelante los constructores de la paz. De nuevo el Papa, que vive con gran preocupación los crímenes que se están cometiendo en Siria, y las muertes de niños y ancianos, urgió que 2013 sea un año de paz. Para el Papa, como destacó Hechos de Hoy-, Oriente Medio debe estar de forma muy prioritaria en la agenda de los líderes mundiales en 2013.

A sus 85 años, mostrando de nuevo buena salud, Benedicto XVI subrayó la importancia de que los líderes mundiales sean constructores de paz advirtiendo a la vez de tres amenazas igual de dañinas como son el capitalismo desenfrenado, el terrorismo con todas sus caras, y el poder del crimen organizado.

"Un año nuevo es como un viaje. Con la luz y la gracia de Dios, podría ser el comienzo de un camino hacia la paz para cada persona, cada familia, cada país y para el mundo entero", dijo el papa en su mensaje de Año Nuevo. A la vez dio las gracias a los pacificadores del mundo señalando que se merecen alabanzas por trabajar incansablemente, a menudo en un segundo plano, de forma ingrata y provistos sólo "con las armas de la oración y el perdón".

Al recibir a 2013, Benedicto XVI criticó los "semilleros de tensión y conflicto causados por los crecientes ejemplos de desigualdad entre ricos y pobres". Y denunció "la prevalencia de una mentalidad egoísta e individualista que también encuentra su expresión en un capitalismo sin regulación, en varias formas de terrorismo y de criminalidad".

Benedicto XVI dijo que está convencido de la "vocación innata de la humanidad para la paz", a pesar de muchos problemas y reveses. Señaló además que una relación personal con Dios puede ayudar a todos los creyentes a tratar con lo que llamó "oscuridad y angustia" que a veces define la existencia humana.

El Papa instó a un nuevo modelo económico y regulaciones éticas para los mercados, señalando que la crisis financiera mundial era la prueba de que el capitalismo no protege a los miembros más débiles de la sociedad. También advirtió de que la inseguridad alimentaria era una amenaza para la paz en algunas partes del mundo y reafirmó con firmeza la oposición de la Iglesia al matrimonio homosexual. El matrimonio heterosexual tiene un papel indispensable en la sociedad, reafirmó el Papa.

En este 2013, especial atención también de los vaticanistas a la agenda del arzobispo de Manila, Luis Antonio Tagle, quien forma parte del grupo de seis nuevos cardenales que Benedicto XVI nombró en el consistorio del 24 de noviembre. El Papa aprecia la fuerza del mensaje de un gran teólogo y su intenso apostolado en Facebook y la atención a las redes sociales

La Jornada de la Paz

En su Mensaje para la 46 Jornada Mundial de la Paz, Benedicto XVI eligió el lema "Benditos los que construyen la paz".

El Papa recuerda que, trascurridos 50 años del Concilio Vaticano II, "es alentador constatar que los cristianos, como Pueblo de Dios en comunión con él y caminando con los hombres, se comprometen en la historia compartiendo las alegrías y esperanzas, las tristezas y angustias,anunciando la salvación de Cristo y promoviendo la paz para todos".

"En este tiempo nuestro -afirma-, caracterizado por la globalización, con sus aspectos positivos y negativos, así como por sangrientos conflictos aún en curso, y por amenazas de guerra, reclama un compromiso renovado y concertado en la búsqueda del bien común, del desarrollo de todos los hombres y de todo el hombre".

"Causan alarma -recuerda Benedicto XVI– los focos de tensión y contraposición provocados por la creciente desigualdad entre ricos y pobres, por el predominio de una mentalidad egoísta e individualista, que se expresa también en un capitalismo financiero no regulado. Aparte de las diversas formas de terrorismo y delincuencia internacional, representan un peligro para la paz los fundamentalismos y fanatismos que distorsionan la verdadera naturaleza de la religión, llamada a favorecer la comunión y la reconciliación entre los hombres.

Y, sin embargo, las numerosas iniciativas de paz que enriquecen el mundo, reconoce, "atestiguan la vocación innata de la humanidad hacia la paz. El deseo de paz es una aspiración esencial de cada hombre, y coincide en cierto modo con el deseo de una vida humana plena, feliz y lograda. En otras palabras, el deseo de paz se corresponde con un principio moral fundamental, a saber, con el derecho y el deber a un desarrollo integral, social, comunitario, que forma parte del diseño de Dios sobre el hombre. El hombre está hecho para la paz, que es un don de Dios".

Todo esto le llevó a inspirarse para este mensaje en las palabras de Jesucristo: "Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios" (Mt 5,9).

Benedicto XVI comenta la bienaventuranza de Jesús, que dice que la paz es al mismo tiempo un don mesiánico y una obra humana.

"La paz –afirma- concierne a la persona humana en su integridad e implica la participación de todo el hombre. Se trata de paz con Dios viviendo según su voluntad. Paz interior con uno mismo, y paz exterior con el prójimo y con toda la creación. Comporta principalmente, como escribió el beato Juan XXIII en la encíclica Pacem in Terris, de la que dentro de pocos meses se cumplirá el 50 aniversario, la construcción de una convivencia basada en la verdad, la libertad, el amor y la justicia".

"La realización de la paz depende en gran medida del reconocimiento de que, en Dios, somos una sola familia humana", subraya.

"La paz no es un sueño, no es una utopía: la paz es posible -señala Benedicto XVI-. Nuestros ojos deben ver con mayor profundidad, bajo la superficie de las apariencias y las manifestaciones, para descubrir una realidad positiva que existe en nuestros corazones, porque todo hombre ha sido creado a imagen de Dios y llamado a crecer, contribuyendo a la construcción de un mundo nuevo".
 

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