Angela Merkel recorre este domingo un tramo del Camino de Santiago. Mariano Rajoy recibe a la canciller en el aeropuerto de Santiago y después los dos emprenden una caminata de seis kilómetros del Camino de Santiago. El lunes tienen una reunión con papeles y después rinden cuentas en una conferencia de prensa en el Hostal de los Reyes Católicos. La visita concluye después con un recorrido por la Catedral de Santiago de Compostela y el abrazo al Apóstol Santiago (con la huella reciente del realizado por el Rey Felipe VI y la Reina Letizia).
Angela Merkel viaja a Galicia, el epicentro donde confluyen todas las sendas del Camino de Santiago, para una reflexión a fondo con Mariano Rajoy, que de líder díscolo y desconocido en los días del infierno del euro pasó a gobernante al que se le escucha (dicho esto desde la óptica de Bruselas y Berlín).
La cumbre atípica de Santiago de Compostela, donde Mariano Rajoy se siente perfecto como anfitrión, fue preparada por los sherpas de la cancillería con una batería de enigmas por descifrar: ¿El PSOE resistirá al fenómeno Podemos?, ¿puede producirse un pacto a la española entre PP y PSOE de regenación política?. ¿el caso Pujol es el fin del liderazgo de Artur Mas? ¿por qué existe frialdad entre el presidente y el líder de Unió en Cataluña en el momento en que prepara un movimiento centrista, asunto que sigue la Fundación Konrad Adenauer?, y ¿España y Alemania pueden hacer más en Gaza, Siria e Irak frente a la barbarie de la extensión yihadista, el Islam radical que seduce desde Ceuta y Melilla al Reino Unido?
Si Pedro Sánchez -asunto que trató Hechos de Hoy– pensó que es la cumbre de la "cabalgata triunfal" y el raparto de la tarta de poder de Bruselas, no acierta porque el análisis es más fino. El primer asunto que preocupa a Alemania, España y al resto de la Unión Europea es Ucrania.
¿Habrá un acuerdo con Vladimir Putin? La escena federalista de Alemania puede proyectarse como nuevo patrón para Ucrania pero quedando la herida abierta de Crimea. Si la crisis de Ucrania se prolonga, existe el riesgo de un invierno político y económico peligroso. España ha sentido el zarpazo de las sanciones y su impacto en turismo e inversiones. Este asunto, clave, primero para debate y análisis entre Merkel y Rajoy.
La segunda cuestión es el frenazo al crecimiento en Alemania y Francia. Asunto importante para ambos con debate sobre las estrategias del Banco Central Europeo. Más que nadie la canciller ha insistido a Rajoy en todos sus encuentros en la importancia capital de reformas para crecer y generar empleo. La situación de España cambió pero queda la incertidumbre de si se pisa sobre terreno sólido o quebradizo.
En en tercer lugar está el debate sobre la personalidad de los nuevos presidente y el ministro de Exteriores de la Unión Europea, que podría ser dos mujeres, y el retrato del colegio de comisarios. El exabrupto machista de Miguel Arias Cañete fue una muesca para sus aspiraciones. Este asunto está abierto. Otro tema es el de Luis Guindos. Podría recibir el apoyo de Alemania en sus equilibrios ante presiones de Francia, Holanda y Suecia. De la cumbre de Santiago de Compostela vamos a conocer casi todo pero no la intimidad de la química entre el canciller y el presidente del Gobierno. Angela Merkel también quiere saber -lo ultimo y lo más importante- si Mariano Rajoy piensa en su futuro político y en lo que sucederá en 2015 en la política doméstica española. Con decisión. la canciller se zambulle en las incógnitas del Camino de Santiago.
