Nervios y prisas en la Unión Europea por los éxitos y avances en Israel, Reino Unido y Estados Unidos de caminar rápido hacia la inmunidad de rebaño.
Urge vacunar y de forma masiva e inmediata. Máxima preocupación en España, en la comunidades autónomas, porque exista prioridad absoluta para lograr este objetivo aunque sea al filo de la temporada de verano, junio o julio. Es vital para la economía española salvar la temporada de verano (los meses de julio, agosto y septiembre) donde todo estará en juego.
En este escenario, Alemania negociará un contrato bilateral con Rusia para comprar la Sputnik V. Pero la adquisición se haría sólo si la fórmula es autorizada por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) que la examina desde inicios de marzo. El Land alemán de Baviera se ha adelantado con un contrato preliminar para recibir 2,5 millones de dosis rusas en julio si la EMA la aprueba.
Por su parte el ministro de Sanidad de Alemania, Jens Spahn, confirmó que Angela Merkel mantendrá conversaciones bilaterales con Vladimir Putin para estudiar cuántas dosis de Sputnik V podrían llegar. Pero sólo se avanzará si la Agencia Europea del Medicamento (EMA) concede la aprobación definitivo a la vacuna Sputnik V contra la COVID-19.
Jens Spahn afirmó en declaraciones a la emisora WDR que comunicó la voluntad de Alemania de avanzar con Rusia en la reunión extraordinaria de ministros de Sanidad de la Unión Europea.
Spahn desveló la voluntad del gobierno de Angela Merkel el mismo día en que el responsable del Gobierno del Land de Baviera, Markus Soeder, anunció un precontrato en caso de que hubiese algún tipo de acuerdo global con Rusia.
Por su parte la Comisión Europea ha negado que la iniciativa de Alemania ponga en riesgo la estrategia común para la compra centralizada de vacunas.
"Tenemos una estrategia europea de vacunas basada en la negociación con una serie de empresas que han sido identificadas. El hecho de que los Estados miembros decidan comprar vacunas de otros productores, y ya ha ocurrido en Hungría, no es el fin de la estrategia", apuntó el portavoz Éric Mamer.
Los Estados miembros de la Unión Europea pueden adquirir de manera bilateral vacunas que no están incluidas en la cartera pactada a nivel europeo. Pero no pueden tener "negociaciones paralelas" para comprar vacunas que formen parte de la estrategia centralizada, como los de AstraZeneca, Pfizer/BioNTEch, Moderna y Janssen.
"Cuando se trata de vacunas que no son parte de nuestra cartera, los Estados miembros pueden entrar en contacto y cerrar contratos con desarrolladores de vacunas que no están cubiertas. Si se trata de vacunas que son parte de la cartera, se aplica la regla de que no se pueden aceptar negociaciones paralelas", dijo el portavoz de Salud de la Comisión Europea, Stefan de Keersmaecker.