En la lógica de la actual crisis política de bloqueo en el Congreso de los Diputados se perfila el mismo ambiente que se produjo en Cataluña donde parecía que no existían alternativas a la celebración de nuevos comicios (ver en Hechos de Hoy, ¿Por qué España no puede ser como Austria, Alemania, Finlandia o Suecia?)
El Rey Felipe VI recibe primero este lunes a Francesc Xavier Domènech, de En Comú-Podem (En Comú) conclyendo la primera parte de esta nueva ronda de contactos. A partir de ese momento comienzan las sorpresas.
Esta vez se tomó nota en que el líder de Podemos, Pablo Iglesias Turrión, utilizó la audiencia con el Rey para comunicarle su plan de una coalición de izquierda socialdemócrata e izquierra radical con detalle en el reparto de las carteras en el Consejno de Ministros y autodesignación de sí mismo como vicepresidente. Todos los detalles los explicó en el Congreso de los Diputados en lo que fue humillación para el Partido Socialista (PSOE) y utilización mediática del Palacio de La Zarzuela.
La estrategia de los líderes es imprevista como demostró también el propio presidente del Gobierno en funciones al declinar presentarse a la investidura. Pero el Rey sacó sus conclusiones dejando este lunes para escuchar a Albert Rivera y Pablo Iglesias. Habra tiempo para meditar y escuchar sus propuestas.
El martes ha citado el Rey Felipe VI a Pedro Sánchez y Mariano Rajoy en lo que se apunta como fin de las consultas políticas y hora de decisiones. Hay posibles vías y pesa el factor sorpresa.
El Rey dejó abierta la última parte de sus consultas ante la reunión el sábado 30 del Comité Federal. Sus resultados son conocidos. Tanto Pedro Sánchez como Mariano Rajoy llegan debilitados a esta segunda ronda de consultas con la evidencia además de la imposibilidad de establecer un diálogo por el rechazo personal de ambos. En su agrio debate en el cara a cara de la campaña, al límite de los insultos mutuos, quedaron pulverizados todos los puentes de diálogo.
Mariano Rajoy sigue enrocado en su posición de una lectura pasiva de los acontecimienmtos con la tesis -que es cierta- de que mo cuenta con apoyos para desbloquear la situación. Pedro Sánchez no llega a estas consultas en posición de fuerza tras un tenso Comité Federal y un clima de enfrentamiento, e incluso de cisma, por su plan de desplazar a la socialdemocracia del escenario de la centralidad política para girar a una posición de izquierda radical.
El Rey concluye este martes estas consultas con la evidencia de que no hay una salida conversada y por lo tanto pactada. Si se quieren evitar unas eleccions generales nuevas -muy posiblemente con un escenario similar o peor- sólo aparece la posible tercera o cuarta vía.
Si la primera fuerza (PP), la segunda (PSOE) y la tercera (Podemos) no puede establecer un clima de diálogo y pacto, podría ser la hora de Albert Rivera y Ciudadanos (cuarta fuerza política). O la de una figura independiente próxima al PP como es Luis de Guindos, o Javier Solana, figura de peso vinculada al PSOE. Albert Rivera ya ha subrayado que dispuesto a seria negociación para una legislatura de reformas