Los comunicados de solidaridad y aliento llegan sin cesar a La Moneda ante la segunda tragedia que sacude la presidencia de Michelle Bachelet con el pavoroso incendio en la ciudad de Valparaíso. Castigada a lo largo de su historia, nunca conoció un fuego de estas proporciones, que ha llenado de dolor a Chile.

No fue un fuego intencionado. Las primeras investigaciones apuntan incluso a un foco inicial surgido en torno a dos aves electrocutadas en un poste de alta tensión. Lo que era un fuego inicial localizado y reducido, se expandió rápidamente por el fuerte viento y fue recorriendo sectores de los cerros donde los bomberos -como informó Hechos de Hoy– quedaron desbordados y tuvieron dificultades para combatir las llamas. Hasta que el viento no amaine, los focos de fuego permanecen en una ciudad bajo estado de excepción.

El nuevo balance es de once víctimas, la mayoría ancianos, y 100.000 personas evacuadas en un escenario dantesco, de desolación y destrucción, donde ardieron casas y automóviles y muchas personas perdieron absolutamente todo. La presidenta Michelle Bachelet y el alcalde Jorge Castro quedaron sobrecogidos por una tragedia que vuelve a poner a prueba el país y la ciudad que es la sede del Congreso Nacional.

"La gente de Valparaíso tiene coraje y fuerza y no está sola", afirmó la presidenta al viajar des Santiago para presidir una reunión de emergencia y anunciar las primeras ayudas. Cerro Mariposa, El Vergel, La Cruz, Cerro El Litre, Cerro Las Cañas, Cerro Miguel Ángel y Mercedes son las zonas más afectadas en una tragedia sin balance ni cierre definitivo.

El testimonio del alcalde

"Somos una ciudad demasiado vulnerable. Hemos sido constructores y arquitectos de nuestros propios peligros". dijo Jorge Castro con la impotencia de no haber salvado vidas humanas. "Hemos acumulado imágenes horribles que nos tienen muy mal. Hoy ver devastados barrios completos, remover los escombros y ver a gente, que son vecinos nuestros, calcinada; ver que no podemos pasar con la ayuda pór el fuego; ver los rostros de la gente, es la impotencia misma", dijo muy afectado. "Nunca habíamos vivido una tragedia de esta naturaleza" declaró al canal 24H.

Explicó lo que sucedió. "Aquí, lo que hay es una situación que la naturaleza ha provocado. Teníamos un cielo azul y un foco al fondo de una quebrada que no significaba un peligro y a poco andar se hizo el viento y la temperatura, y comenzaron a caer las primeras casas. La naturaleza arrasó con todo lo que tenía a su paso: casas, memoria, recuerdos, todo", dijo emocionado.

Rechazó además los análisis apresurados de quienes criticaron la falta de reacción y los escenarios de la tragedia. Jorge Castro dijo que eran los juicios de quienes "lo hacen sin ver lo ocurrido". "Primero, no está la delicadeza de reconocer que cayó todo. No estamos hablando de la mediagua. Quienes han opinado, no saben que han caído casas consolidadas en barrios de buena implementación, con sus contribuciones y papeles al día, no es que todos los afectados estén en condición de campamentos", afirmó. Las emociones están hoy a flor de piel. Pero el debate sobre esta tragedia, cuando se tenga un balance definitivo, será duro.