(Con el 100% del voto escrutado y un 70,4% de participación)
Partido Popular: 137 escaños (8.091.840 de votos, 33,05 %)
Partido Socialista Obrero Español: 121 escaños (7.760.970 de votos, 31,70 %)
Vox: 33 escaños (3.033.744 de votos, 12,39 %)
Sumar: 31 escaños (3.014.006 de votos, 12,31 %)
Esquerra Republicana de Catalunya: 7 escaños (462.883 votos, 1,89 %)
Junts per Catalunya: 7 escaños (392.634 votos, 1,60 %)
EH Bildu: 6 escaños (333.362 votos, 1,36 %)
Partido Nacionalista Vasco: 5 escaños (275.782 votos, 1,12 %)
Bloque Nacionalista Galego: 1 escaño (152.327 votos, 0,62 %)
Coalición Canaria: 1 escaño (114.718 votos, 0,46 %)
Unión del Pueblo Navarro: 1 escaño (51.764 votos, 0,21 %)
Sobre los sucesos en el Congreso de los Diputados y la legislatura varias acotaciones.
1. Lo primero, es falso que Vox sea el partido de extrema derecha. Por primera vez ha quedado claro su espíritu y su verdadero carácter. Vox es el partido de los dinamiteros. Atendió a la hora de la verdad a sus propios (y oscuros) intereses. No actuó, ni actuará, a favor de los intereses de España, su gobernanza, y la Unión Europea.
2. Juanma Moreno ha planteado a Alberto Núñez Feijóo romper todo tipo de relaciones con Vox. Es indudablemente la hora de hacerlo. Vox ya se convirtió en irrelevante en la Comunidad de Madrid, Andalucía y La Rioja. Y ya lo es en el Congreso de los Diputados y en el Senado.
3. María Guardiola tuvo razón y se le faltó al respeto. Feijóo debería reflexionar para repensar los acuerdos con Vox en las comunidades autónomas. Y ser desde ahora totalmente beligerante en la ruptura total con Vox.
4. La investidura sólo debería tener una vía de salida. El Rey podría llamar a grandes pactos de Estado entre PP y PSOE. Y sólo en esa vía le podría encargar a Feijóo un gobierno monocolor con un pacto de legislatura entre PP y PSOE. No es (o no debería ser) una misión imposible. Si Sánchez rechaza el pacto con el PP, la única salida tendría que ser la de nuevas elecciones.
5. Finalmente debería quedar muy claro para los votantes, y para instituciones de todo tipo, el verdadero carácter de Vox. Quienes hayan votado a Vox, o le voten en el futuro, tienen que saber que es un voto por la destrucción política.
6. Nunca han existido “las derechas” o los bloques. Sólo existe un partido de centro derecha, liberal y reformista que es el PP. Puede ser, y de hecho lo es -como se ha demostrado en Andalucía, la Comunidad de Madrid y La Rioja- una casa común donde pueden convivir diferentes smsibilidades.
7. Lo sucedido este jueves 17 es grave. Es sólo un primer acto. Pero debe ser un aldabonazo. Solo hay un camino entre PP y Vox. El de la ruptura definitiva entre un partido que defiende los valores y la convivencia y quienes optan únicamente por la dinamita de la destrucción.
8. Para Santiago Abascal, si tuviera decencia política y responsabilidad, su única salida debería ser la de la dimisión como hizo Iván Espinosa de los Monteros. Si no lo hace, dejará la imagen de un títere a las órdenes de quienes manejan una organización que desde luego no está al servicio de los intereses de los ciudadanos y menos aún de España y del Rey.
