¿La mano de Pablo Iglesias?  ¿Es España un socio fiable?

Tremendo volantazo de Pedro Sánchez y su gobierno de socialistas, sanchistas, comunistas, ultraizquierdistas y antisistema antes de recibir a la OTAN en la cumbre de Madrid. 

Un jueves 28 de lectura política desoladora para quienes aspiraban a un pacto de moderación en tiempos de especial dificultad. Pedro Sánchez, tras atacar con crudeza el pacto de PP y Vox en Castilla y León, y urgir un cordón sanitario contra los ultras, pegó un nuevo volatanzo para convertir a Arnaldo Otegi en su socio de referencia en la legislatura.

Es decir selló un acuerdo con la ultraizquierda independentista, el grupo proetarra de EH Bildu, para sobrevivir en La Moncloa.

Euskal Herria Bildu ​es la coalición estable de partidos de ideología nacionalista e independentista vasca que se sitúa en la extrema izquierda del espectro político. Es la principal fuerza política de la llamada izquierda abertzale.​

En una votación en la Cámara de 176 contra 172, Pedro Sánchez construyó un Frankenstein 2 con la siguiente alianza:

– 5 diputados de EH Bildu.
– 120 diputados del PSOE.
– 34 de Unidas Podemos.
–  La escindida diputada Meri Pita.
– 6 del PNV.
– 4 del PDeCAT.
– 2 de Más País.
– 5 de los solitarios representantes de Compromís, Teruel Existe, Nueva Canarias, BNG y PRC.

ERC y PP votaron en contra. Los primeros en protesta por el espionaje a secesionistas. Los segundos, porque el Gobierno no aceptó ninguna de sus propuestas.

Ninguna preocupación de Pedro Sánchez. Ya ha descubierto que puede dar el volantazo de su bólido en cualquier dirección para superar todos los trompos y llegar como una exhalación a superar la meta. La clave de este siniestro parchis político es jugar primero con las fichas de ERC. Cuando fallen, usar las de Bildu. Y así sucesivamente. El resto de formaciones siguen esta senda en base a todas concesiones y privilegios otorgados.

Esta táctica sólo tiene un posible problema. Puede acabar por romper el PSOE. O incluso que éste desaparezca como ha sucedido en Francia.

Sánchez llegó a estar con el agua al cuello el miércoles para salvar la votación del decreto para paliar los efectos económicos de la guerra en Ucrania.

Lo logró este jueves 28 con el voto a favor de los cinco diputados de EH Bildu. Con su apoyo, el Gobierno sumó 176 síes, es decir, uno más de la mayoría absoluta de la Cámara. En contraposición, se consumó la amenaza de ERC, el principal socio parlamentario hasta ahora de Pedro Sánchez, que ha votado no. Los votos en contra del decreto han sido 172 (PP, Vox, ERC, Ciudadanos (1 ex), Junts, CUP, Foro y UPN (2 ex)

De forma sorprendente, el presidente del Gobierno mostró su satisfacción por el pacto con Arnaldo Oteg:

"Ha prevalecido el interés general y la política sana que piensa en los ciudadanos frente a los que apuestan por la malsana y el cuanto peor, mejor" (sic).

En día aciago, Sánchez ha logrado además meter en la Comisión de Secretos Oficiales a EH Bildu, el partido de Otegi; a Junts, la fuerza de Puigdemont; a ERC y la CUP. Todas estas fuerzas están contra la Constitución y la Corona.  Es decir son antisistema con todas sus consecuencias.

"El Gobierno para protegerse ha desprotegido al Estado", sentenció de forma muy certera Cuca Gamarra.