En el Kremlin, la situación es de desconcierto. Vladimir Putin había contemplado la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca y la derrota de Hillary Clinton como grandes éxitos personales. Lo que sucede ahora le desconcierta.
Analistas en Moscú aseguran que Vladimir Putin, en su iniciativa de reunirse con Rex Tillerson, a quien considera amigo personal, lo que busca es información. Rusia no tiene en la actualidad las claves de lo que sucede en Washington y quién mueve realmente los hilos. Ignora las verdaderas razones del ataque de Estados Unidos a Rusia y se interroga sobre el verdadero papel de Ivanka Trump en la estructura de poder de la Casa Blanca.
Rex Tillerson está su vez en el alambre de representar al presidente o ser desautorizado. Ha comprobado en Moscú que cualquier solución que se busque en Siria no puede poner en entredicho el poder y la autoridad de Bachar El Asad, el protegido personal de Vladimir Putin. Los analistas están convencidos de que es un momento crucial en la relación entre Rusia y Estados Unidos en la agitada presidencia de Donald Trump.
