La reunión apresurada de Ginebra no despejó ninguna de las incógnitas. Ucrania sigue en el corazón de las incertidumbres políticas y económicas en el Este de Europa.
El viaje de Yulia
En el terreno de las operaciones y las crisis que se superponen en Ucrania, Yulia Timoshenko, candidata a la presidencia y exprimera ministra, viajó a Donetsk para dar la cara y conocer en directo las intenciones de los líderes de la autodenominada República Popular de Donetsk. Este movimiento no aceptó el frágil acuerdo de Ginebra de Ucrania, Rusia, la Unión Europea y EE. UU.
La cuestión de fondo, y es también en parte la posición de Rusia, los movimientos secesionistas, y las milicias de los llamados hombres prorrusos se centra en desautorizar el triunfo del Maidan. Es decir, rechazan la autoridad del presidente Alexander Turchínov, la del primer ministro Arseni Yatseniuk, y tampoco aceptan los comicios presidenciales del 25 de mayo. Insisten en en que debe celebrarse antes un referéndum de autodeterminación, previsto para el 11 de mayo.
En este marco de la prueba de Ucrania, Barack Obama, advirtió a Vladimir Putin que Moscú debe cumplir su parte del trato para rebajar la tensión en Ucrania. "Mi esperanza es que veamos avances reales en los próximos días, pero no podemos estar seguros de ello dado el comportamiento anterior, por lo que estamos preparados para responder si vemos nuevas interferencias", reconoció Obama.
"La cuestión ahora es si Rusia va a utilizar esa influencia que han ejercido de manera negativa para restaurar el orden de modo que los ucranianos puedan llevar a cabo unas elecciones, avanzar en la reforma de descentralización, estabilizar su economía y comenzar a labrarse un camino de crecimiento y democracia”, señaló el presidente. Washington ha aprobado sanciones contra altos funcionarios cercanos a Putin. Obama señaló que la economía rusa “está en el lodo” y que se está deteriorando más por la postura del Kremlin en Ucrania.
El acuerdo del Pentágono
En el escenario de estos pulsos, Estados Unidos y Polonia van a desplegar fuerzas terrestres estadounidenses como parte de una expansión de la presencia de la OTAN. El ministro de Defensa de Polonia, Tomasz Siemoniak, lo confirmó en una visita a la Redacción del diario The Washington Post tras reunirse con el secretario de Defensa, Chuck Hagel.
Siemoniak aseguró que la decisión se ha tomado en el plano político, y que los planificadores militares están trabajando en los detalles, que contemplarán una cooperación más intensa en la defensa aérea, fuerzas especiales, ciberdefensa y otras áreas. "Polonia jugará un papel líder en la región, bajo el patrocinio de EE.UU.", anunció. Junto a las decisiones que adopte la Unión Europea, los analistas subrayan, como recogió Hechos de Hoy, la importancia de la posición de Polonia en una crisis que sigue llena de aristas peligrosas.
El símbolo de la victoria del Maidan