El Rey Felipe VI, en un discurso de gran alcance (ver el vídeo en Hechos de Hoy) defendió la continuidad de España y abogó por un diálogo eficaz tras las elecciones generales. Abordó las tres grandes cuestiones: el reto secesonista en Cataluña, el escenario ajustado tras las más reñidas elecciones de la democracia y el futuro inmediato de la economía.
De forma estratégica y acertada escogió el escenario del Palacio Real y el Salón del Trono para dirigirse a la nación en su mensaje de Navidad. Explicó además con sencillez por qué lo hizo. Porque es de todos los españoles y es el lugar en el que, afirmó, "queremos expresar, con la mayor dignidad y solemnidad, la grandeza de España". El Palacio Real pertenece a Patrimonio Nacional y es, en Madrid, un escenario grandioso de la Historia de España.
El Rey señaló a España a la vez como "una gran nación y "un gran Estado". Destacó que "reconoce nuestra diversidad en el autogobierno de nuestras nacionalidades y regiones”, subrayando la ley como “fundamento de nuestra vida en libertad”.
En un mensaje comprometido y enérgico, Felipe VI defendió la cohesión social, la convivencia, el espíritu de reconciliación y la superación de nuestras diferencias históricas.
Y fue muy pedagógico en la importancia del orden constitucional para defender la convivencia democrática. Cuando hubo una ruptura de la ley, fueron los momentos de decadencia, empobrecimiento y aislamiento, destacó.
También quiso hacer hincapiçe en el momento político con gran precisión y fino análisis político. Sin duda el protagonismo es el de las Cortes Generales en un sistema de monarquía parlamentaria como es el de España. A todas las fuerzas políticas que están en sus escaños Felipe VI recordó que la política es diálogo, concertación y compromiso. Y subrayó muy especialmente que la finalidad es tomar las mejores decisiones que resuelvan los problemas de los ciudadanos.
Diálogo, compromiso con sentido del deber y responsabilidad son para el Rey Felipe VI las cuestiones esenciales. En su mensaje no olvidó la importancia de un crecimiento económico sostenido, el fortalecimiento de servicios públicos esenciales como sanidad y educación, y reducir las desigualdades acentuadas por la dureza de la crisis económica.
Abordó el anclaje de España en Europa, recordó a las víctimas de las matanzas terroristas y el drama de los refugiados. En su mensaje finalmente valoró la importancia de la lucha contra el cambio climático. Señaló que es uno de los desafíos mundiales que hacen necesario que "la voz de España se haga oír en la Unión Europea y en las instituciones internacionales".
El Rey Felipe VI acertó en escoger el escenario del Palacio Real. Y lo hizo mucho más con su lenguaje sencillo y directo, muy pedagógico, abordando todas las cuestiones esenciales. Situó a la Corona en su dimensión y rol exactos antes de recibir a los líderes políticos y proponer al nuevo presidente del Gobierno.