Hay grandes incógnitas y riesgos. Pero, en un primer balance, en el día dramático de Cataluña, el más triste en la historia de la democracia en España, un rayo de luz. Así definió Miquel Iceta, líder de los socialistas catalanes, el PSC, la convocatoria por sorpresa de comicios autonómicos el jueves 21 de diciembre.
Nueva sorpresa tras los requerimientos. De nuevo Mariano Rajoy al frente de las iniciativas frente a un independentismo transversal (donde militan por distintos motivos desde élites a antisistemas).
El presidente del Gobierno respondió al golpe secesionista a la ley, la Constitución, la democracia y la convivencia con medidas inmediatas de ceses (que se reflejarán desde el 26 de octubre en el corte de las nóminas), la dirección de los Mossos y la inmediata convocatoria de elecciones.
El relato y contrarrelato acabó. Ya no se trata de la resistencia contra el artículo 155 sino del comienzo de la campaña electoral para una elecciones autonómicas urgentes, antes de la Navidad, con el objetivo de restaurar las instituciones de Cataluña tumbadas por el golpismo secesionista.
El Consejo de Ministros extraordinario cesó al presidente, vicepresidente, consejeros y director general de la Policía, Pere Soler. Mariano Rajoy sentenció el momento y las medidas en una comparecencia en el Palacio de La Moncloa. "Respondemos a unas decisiones que pretenden imponer un secuestro inadmisible a los catalanes y el hurto de una parte de su territorio al conjunto de los españoles".
El presidente del Gobierno, al asumir las competencias del presidente de la Generalitat, tras declararse en rebeldía y proclamar la independencia y la República, convocó de inmediato elecciones autonómicas anticipadas y sorprendió por una medida de audacia política. Respondió al secesionismo poniendo urnas de verdad.
Explicó las razones de su decisión inmediata. "Convocar cuanto antes esas elecciones libres, limpias y legales que puedan restaurar la democracia en la comunidad autónoma" explicó como objetivo político urgente.
El Consejo de Ministros aprobó además la presentación de un recurso ante el Tribunal Constitucional contra la resolución aprobada en el Parlamento de Cataluña. Fue un Consejo de Ministros ordinario y otro extraordinario que decidió también poner fin a las embajadas de Cataluña en el extranjero cesando a sus delegados en Bruselas y Madrid (fin de nóminas también).
"Respondemos a unas decisiones que pretenden imponer un secuestro inadmisible a los catalanes y el hurto de una parte de su territorio al conjunto de los españoles", enfatizó Mariano Rajoy.
Pedro Sánchez, el secretario general del PSOE, y Albert Rivera, el presidente de Ciudadanos, fueron informados y apoyaron sus medidas.
Una aplicación del artículo 155 lo más breve posible. El escenario es complejo y con incógnitas de aplicación de las medidas. Pero la jornada dramática acabó con la sorpresa del comienzo de la campaña electoral en Cataluña.